"Puede volver a ser feliz"

Joe Kenealy estaba en el supermercado un día en agosto de 2019, cuando su mente quedó en blanco y no se acordaba cómo comprar.

"Pensé: "Tengo que salir de acá", dijo el hombre de 45 años, padre de dos hijos.

Se fue a su casa y empezó a doblar la ropa limpia, pero vio algo pequeño y común: los pantalones deportivos de su hijo Jake en el canasto de ropa sucia. Y de repente no podía respirar.

"Tenía un nudo en el estómago, sudaba y tenía palpitaciones", recuerda. "Nunca me había pasado algo así. Sabía que tenía que hacer algo al respecto".

El bombero de Whitman había estado teniendo pesadillas y recuerdos recurrentes de llamadas difíciles y traumáticas por 22 años.

Un recuerdo en especial lo traumatizó: el suicidio de un adolescente de la edad de su hijo, que tenía pantalones deportivos cuando lo encontraron muerto. Pero nunca había llegado a estar tan mal así.

"Estaba pensando en suicidarme en aquel momento", dijo haciendo referencia al período a finales de 2019. "Había revisado mi seguro de vida varias veces y vi que había una cláusula de suicidio [y la entidad aseguradora no pagaría]. Eso me mantuvo aquí".

Tenía miedo de perder su trabajo si admitía que estaba sufriendo ansiedad, pero Kenealy encontró la fuerza para hablar con Rich MacKinnon Jr., presidente de Professional Fire Fighters of Massachusetts, y le dijo lo que pasaba y que necesitaba ayuda.

En cinco días, Kenealy estaba conduciendo hacia On-Site Academy en Westminster, Mass., un centro residencial de tratamiento intensivo de corto plazo para personal de rescate, donde se quedó por una semana y recibió tratamiento por trastorno de estrés postraumático.

Kenealy pasó otra semana en On-Site en septiembre y volvía todos los viernes por siete meses. Regresó a la estación en diciembre de 2019 con tareas pasivas y recibió el alta definitiva para trabajar sin restricciones la semana antes que la pandemia golpeara a Massachusetts, en marzo de 2020. Sigue visitando a un terapeuta una vez al mes, y tanto él como su familia han notado un cambio en su estado de ánimo después de que empezó a tomar medidas para recibir ayuda.

"La semana después de que regresó a su casa de On-Site la primera vez, mi hijo más grande me dijo: 'Parecías Grinch antes de irte. Luego tu corazón creció'. El más pequeño dijo: 'Ya no sudas más y no te pones triste cuando me pongo mis pantalones deportivos'".

Kenealy dijo que la ayuda que recibió le cambió la vida. "Siento que es una vida completamente nueva. Antes actuaba en automático tratando de pasar el día. Ahora disfruto el día. Tengo más confianza. Tengo mejores herramientas para manejar las llamadas difíciles".

"La salud mental es parte de la salud en general"

Al igual que Kenealy, muchas personas se dieron cuenta de la importancia de recibir atención para su salud mental durante el año y medio que pasó.

Según la encuesta Household Pulse Survey realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, los niveles de ansiedad y depresión se han más que triplicado entre los estadounidenses de 2019 a 2021. En 2019, un 6.6% de los estadounidenses dijeron que estaban deprimidos. Ese porcentaje subió a casi un 25% en 2021.

Las buenas noticias son que las personas están recibiendo ayuda.

Los datos de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts muestran un drástico aumento del 100% en consultas de salud mental, tanto virtuales como en presona, entre sus 2.8 millones de miembros comerciales desde el comienzo de la pandemia por COVID-19.

Y el plan sin fines de lucro expandió con rapidez recursos de salud mental para sus miembros.

"La salud mental es parte de la salud en general", dijo el Dr. Greg Harris, psiquiatra en ejercicio de su profesión y director médico sénior, salud conductual, en Blue Cross. "Hay un ser humano y una familia, por eso todo lo que hacemos como plan de salud es tratar de tener todo eso en cuenta".

Por ejemplo, Blue Cross incorporó a más de 500 nuevos médicos especialistas en salud mental a su red desde marzo de 2020 para ayudar a responder a la demanda sin precedentes de apoyo emocional durante la pandemia, además de nuevos psiquiatras pediátricos. La red también incluye coaches de recuperación —profesionales capacitados, generalmente con experiencia práctica, que proporcionan apoyo de autoayuda a quienes están en la fase de tratamiento y recuperación por trastorno por uso de sustancias— a través de programas de incentivos nuevos e innovadores.

Para complementar la ampliación de esta red de médicos, el plan de salud también empezó a ofrecer programas y herramientas digitales nuevos y ampliados para ayudar a los miembros, entre ellos:

• Brightline, una solución de salud conductual integral para apoyar a niños, adolescentes y sus familias mediante visitas por video con terapeutas, psiquiatras, terapeutas del habla, especialistas en coaching conductual y otros profesionales. Brightline también ofrece una plataforma digital con recursos para una variedad de desafíos habituales —desde dificultades en las transiciones para volver a clases hasta afecciones como ansiedad, depresión y THDA—.
  
• Más acceso a Learn to Live, que ofrece programas en línea autodirigidos basados en los conceptos básicos de la terapia conductual cognitiva para miembros con casos leves a moderados de ansiedad, depresión, insomnio o uso de sustancias.
  
• AWARE Recovery Care (ARC), un programa de tratamiento intensivo en el hogar para adictos al alcohol y otras sustancias que quieren recuperarse. El programa hace hincapié en el entorno del hogar o de una residencia transitoria, una dinámica familiar única y toda la comunidad que rodea a la persona.
  
• Visitas médicas para miembros en todos los estados en la plataforma de telesalud nacional, WellConnection.

Harris dice que algunos de los avances más importantes del plan de salud en los últimos años se han logrado gracias a las iniciativas para integrar salud mental y sistemas médicos.

"Estamos tratando de coordinar el sistema de atención de salud mental, incluido el sistema para trastorno por uso de sustancias, y el sistema médico para que sea más fácil para las personas tener acceso a los servicios", dice Harris. "Es parte de reconsiderar la atención de salud mental como parte de la atención médica":

Por ejemplo, Blue Cross incentiva a los profesionales de atención primaria a que trabajen con un psiquiatra asesor para que puedan evaluar de manera más efectiva a sus pacientes para detectar afecciones mentales y tratarlas en su consultorio y derivarlos para que reciban más tratamiento si fuese necesario.

"Sabemos que no hay suficientes profesionales de salud mental para responder a la demanda", dice Harris. "El apoyo a esta integración ayuda a responder algo de la demanda de atención de salud mental en el entorno de atención primaria".

Ayudar a los demás

Asegurar que las personas sepan que pueden buscar ayuda es importante para Kenealy, un miembro de Blue Cross, que publicó un mensaje sobre su historia en Facebook cerca del Día de Acción de Gracias 2019.

"Pensé que podría ayudar a alguien", dijo.

"Te pido que compartas mi historia con un ser querido, un amigo o un conocido", escribió al final de su publicación. "Escribo esto para que quizá al menos una persona que sienta como si se estuviera hundiendo en el medio de un océano, como si fuera a dar la última respiración, sepa que hay un bote salvavidas listo para recogerla".

Desde entonces, ha recibido mensajes de personas de todo el país, incluso de bomberos de Massachusetts y Nueva York, y personal de servicios de emergencia en Cleveland y Seattle.

"Me maravillé con las respuestas", dice.

Kenealy escucha sus historias y los alienta a buscar ayuda y a no abandonarla.

"Les digo: 'Puedes volver a ser feliz. Tu familia puede volver a ser feliz'".

^{FOTO DEL DR. GREG HARRIS JUNTO A MIKE GRIMMETT, FOTO DE RICH MACKINNON JR. Y JOE KENEALY JUNTO A FAITH NINIVAGGI}