30 de ene. de 2020
Medicamentos antitérmicos para el planeta
En una serie de Coverage, un médico investiga las formas en las que la salud y la atención médica se ven afectadas por el cambio climático, y destaca las medidas relacionadas con el clima que las familias pueden tomar para que podamos ofrecer a nuestros hijos y seres queridos un mundo más saludable, justo y sustentable.
Este año no fue fácil ver cómo Australia se incendiaba. Tengo amigos que viven en Melbourne, en Sídney y en Canberra, que me enviaban noticias y fotos de un verano que resultó mal. El aire se volvió tóxico. La vida silvestre fue diezmada. Sin electricidad, la población agotada. A más de 10,000 millas de distancia, no sabía qué responder.
Australia —y el mundo— tienen un clima nuevo. Hemos contaminado la atmósfera con carbono los suficiente como para provocarle fiebre al planeta y, especialmente en lugares que tienden a ser secos, como buena parte de Australia, dejarlos deshidratados. El calentamiento y la sequía empeoran los incendios. También ponen a los árboles en riesgo de infecciones y plagas que pueden convertir un bosque en leña.
Las mismas fuerzas que han alimentado los incendios en Australia ponen en riesgo y devastan la región oeste de los Estados Unidos. El incendio más destructivo en la historia de California, el de 2018, quemó más de 18,000 edificios y dejó un saldo de casi 90 personas muertas. Los funcionarios siguen intentando calcular las consecuencias para la salud que provocó el humo, pero es posible que haya enfermado a miles. Murieron muchas más personas por haber inhalado humo que por el fuego en sí mismo.
El humo del incendio conocido como "Camp Fire" atravesó el continente para llegar a la ciudad de Nueva York, y sabemos que el humo de los incendios en Australia ya viajó alrededor del mundo
Las pautas para protegerse del humo cuando hay incendios forestales incluyen permanecer adentro y usar una mascarilla. Si bien esto no es lo ideal, pues lo primero no es posible cuando está en la trayectoria de un incendio y usar mascarilla no es una opción para los niños (particularmente vulnerables a la contaminación del aire), estas medidas pueden reducir la exposición.
Los peligros de los incendios forestales van más allá de las amenazas para la salud física que suponen el fuego y el humo. Vivir la experiencia de un incendio forestal puede tener consecuencias para la salud mental, especialmente en los niños. Los síntomas de estrés postraumático, ansiedad y depresión son frecuentes después de eventos extremos relacionados con el clima y pueden continuar incluso después de la reconstrucción física de las comunidades.
Es fundamental que tomemos conciencia de que cuando se produzcan incendios forestales habrá más gente que necesite atención médica. Pero nos enfrentamos al prospecto de incendios forestales más destructivos, además de huracanes, inundaciones y olas de calor, y otros grandes desafíos que dificultan proteger a las personas (y a otras formas de vida) cuando suceden. Esto resalta la enorme importancia de las medidas en torno al cambio climático, como reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. También significa que llegó el momento de que más médicos, personal de enfermería y otros profesionales de la salud se involucren en la lucha por un clima más sano.
Como parte de mi respuesta a los incendios forestales en Australia y en los Estados Unidos, estoy trabajando para educar a mis colegas de atención médica acerca de cuánto afecta el cambio climático nuestra capacidad de hacer nuestro trabajo. Si entendemos esto, quizá podamos usar nuestras voces, además de adaptar nuestras prácticas, en apoyo de medidas que amplíen los recursos de preparación y mitigación de los efectos del cambio climático.
El Centro de Clima, Salud y Medioambiente Global de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard es uno de los organizadores de un simposio sobre la crisis climática y la práctica clínica el 13 de febrero.
Por primera vez, todos los hospitales docentes de Boston, la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, el Instituto de Salud Global de Harvard y el New England Journal of Medicine, entre otros, serán parte de un debate sobre la importancia del cambio climático en la práctica de la medicina. Al reunirnos hablaremos de lo que hace falta para estar mejor preparados frente al cambio climático. Si es proveedor de atención médica, le invitamos a acompañarnos.
Si no es proveedor de atención médica, puede hablarlo con uno. Hágale saber que el cambio climático le importa. Hágale saber que hay estudios que han demostrado una y otra vez que en los Estados Unidos los proveedores de atención médica son una voz confiable y potente en los debates sobre el cambio climático que empiezan a surgir en todo el país, y que le gustaría que se sume a ese debate. (Y estas son algunas formas concretas de hacerlo).
Trabajar juntos para convertir el cambio climático en un tema prioritario para la industria de la atención médica, especialmente una prioridad para la atención pediátrica, es exactamente lo que recomienda el médico. Es momento de despolitizar el debate sobre el cambio climático y acelerar las soluciones que necesitamos para garantizar un futuro sano y sostenible.
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El Dr. Aaron Bernstein es codirector del Centro para el Clima, la Salud y el Medio Ambiente Global de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard (Harvard Chan C-CHANGE) y es pediatra en el Boston Children's Hospital. El 15 de abril, para conmemorar el 50.° aniversario del Día de la Tierra y prepararse para los próximos 50 años, el centro organizará un simposio de medio día en el que abordará los graves efectos de la crisis climática en la salud pública y presentará a líderes que están impulsando el movimiento para un mundo más saludable. Visite el sitio web del centro para obtener más información.