13 de agosto de 2020
"La atención correcta en el momento correcto"
El Dr. Jamie Colbert, internista y director médico sénior de Innovaciones en los Sistemas de Aplicación y Analítica de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts, explora los desafíos y las posibilidades de implementar un modelo innovador en la atención de la salud de Massachusetts, a lo largo de una serie de Coverage.
Los consultorios de atención primaria de Massachusetts se están adaptando para atender a sus pacientes y al mismo tiempo limitar el riesgo de infección, ahora que reabren sus puertas en el contexto de un virus mortal que sigue circulando, pero a un ritmo mucho más bajo que hace unos meses.
En el último mes he hablado con algunos médicos de atención primaria de la Mancomunidad para que me contaran mejor qué transformaciones, grandes y chicas, habían hecho en sus consultorios.
Se acelera la innovación en atención primaria
El Dr. Jim Heckman es subdirector médico de la clínica de atención primaria Healthcare Associates en Boston, afiliada Beth Israel Deaconess Medical Center. Antes de la pandemia estaba colaborando en un proyecto a cinco años para transformar la atención de los pacientes en su clínica. De repente, esa iniciativa se aceleró.
Creíamos que la adopción de la telesalud iba a ser un proceso que demoraría cuatro años. Debido a la pandemia del COVID-19, se lanzó en dos semanas.
- dice Heckamn
Durante el pico del COVID-19 en Massachusetts, el consultorio de Heckman recibía a muy pocas personas que necesitaban consultas urgentes presenciales. El resto de sus interacciones con los pacientes eran telefónicas o a través de la computadora. "Desde marzo hasta mediados de junio fue todo telemedicina".
No fue el único. Muchos consultorios de atención primaria de Massachusetts cerraron sus puertas porque los proveedores cancelaron las consultas presenciales, y empezaron a conectarse con sus pacientes en forma virtual para poder minimizar el riesgo de infección.
Según datos internos de BCBSMA, la utilización de herramientas de telesalud aumentó más del 5,000 % durante el pico de la pandemia. El plan de salud sin fines de lucro, que solía procesar unas 200 reclamaciones de telesalud al día, recibió un promedio de 38,000 al día durante la primavera, y para mediados de mayo había pagado más de 1 millón de reclamaciones de telesalud
La telesalud fue un salvavidas para los proveedores de atención primaria, ya que les permitió mantenerse conectados con sus pacientes y atenderlos virtualmente en un momento en el que las interacciones en persona eran demasiado riesgosas. Sin embargo, hacia mediados de junio, el pico de infecciones y hospitalizaciones había empezado a bajar gracias a las iniciativas de distanciamiento físico del público. En junio, los proveedores de atención médica empezaron a reanudar los servicios presenciales, incluidos los procedimientos quirúrgicos electivos, los estudios radiológicos, las consultas de servicios dentales y las consultas médicas de rutina.
Nuevas prácticas de seguridad
Hacia mediados de junio, Heckman y sus colegas del consultorio estaban listos para recibir a más pacientes en el consultorio, pero querían hacer algunos cambios en el proceso de las consultas para garantizar el distanciamiento físico y reducir el riesgo de infecciones.
Su consultorio tiene un proceso de evaluación de tres partes antes de la consulta, para minimizar el riesgo de que un paciente con síntomas de COVID-19 contagie a otras personas en la clínica. Primero les envían un mensaje de texto para preguntarles si tienen síntomas del COVID-19. Si los pacientes no responden, los llaman por teléfono. Luego deben responder otro cuestionario al llegar a la clínica. Por último, para ingresar es obligatorio el uso universal de mascarilla.
El consultorio también limita la cantidad de personas presentes al mismo tiempo en la sala de espera a seis pacientes por vez. Establecieron procedimientos nuevos para que cada paciente ingresara rápidamente a una sala de examen diferente. En esa sala se toman los signos vitales, se confirma la medicación, se hacen los análisis necesarios, flebotomías y se cierra la consulta, en lugar de hacerlo en espacios compartidos.
"Para que esto funcione, los proveedores tienen que usar más salas", dice Heckman. "Nos dimos cuenta de que necesitábamos tres salas por médico, y que podíamos recibir hasta tres pacientes por hora. De esta forma cada médico nunca tiene más de un paciente en la sala de espera en un momento dado".
Para incorporar este cambio a la rutina de trabajo, los proveedores del consultorio del grupo médico tienen que programar cuidadosamente los momentos en que atienden a sus pacientes en el consultorio. La mayoría de los proveedores de atención médica del consultorio ahora tienen una o dos sesiones de consultorio a la semana, y dedican el resto de su tiempo a las consultas de telesalud.
Más tiempo con menos pacientes
El Dr. Yasir Saleem es médico de familia en Baystate Health and Welness Center, de Northampton. En su consultorio también programan las consultas de pacientes presenciales espaciadas y cada proveedor ve a menos pacientes por sesión, para minimizar la cantidad de pacientes en la sala de espera.
"Antes de la pandemia veía pacientes cada 15 minutos, así que en una sesión de mediodía llegaba a ver entre 10 y 12 pacientes", dice. "Ahora solo atiendo a cuatro pacientes en ese período".
En la clínica de Saleem también hay medidas de protección para minimizar la posibilidad de que una persona con COVID-19 contagie la infección a otras personas: hay alguien en la puerta que les pregunta a los pacientes si tienen síntomas del virus y les toma la temperatura antes de dejarlos ingresar. Una vez que un paciente pasa la evaluación, se le entrega una mascarilla que debe usar. Además, todos los proveedores usan mascarillas y protectores faciales de plástico transparente. Antes de examinar a un paciente, los proveedores se lavan las manos y se ponen guantes.
Los proveedores de atención primaria analizan con cuidado a qué pacientes reciben para las consultas presenciales, siempre conscientes de que el virus sigue circulando.
"Estamos evaluando el riesgo para nuestros pacientes", dice Saleem. "En el caso de los pacientes mayores con comorbilidades, preferimos que las consultas sean virtuales y que solo se acerquen para las extracciones de sangre".
Un compromiso con la seguridad
En toda la región de la mancomunidad, los consultorios de atención primaria se están adaptando a una nueva realidad, y dado que el riesgo de COVID-19 continúa, la mayoría de los proveedores ofrecerán una combinación de consultas presenciales y virtuales en el futuro próximo.
Nuestro principio orientador es que tenemos que poder dar la atención que hace falta, en el momento correcto para nuestros pacientes. Esa es nuestra prioridad. En definitiva, lo importante es que sea de forma segura.
- dice Heckamn
¿Le resultó informativo este artículo?
Todo el contenido de Coverage se puede reimprimir gratis.
Lea más aquí.
FOTO DEL DR. JIM HECKMAN POR FAITH NINIVAGGI