3 de septiembre de 2020
"La atención de salud mental está disponible"
El nuevo coronavirus ha matado a cientos de miles de personas y ha dejado a algunos sobrevivientes con secuelas que pueden durar toda la vida. Sin embargo, una nueva encuesta de los CDC demuestra que los efectos mortales del virus van más allá de la salud física, ya que también está afectando gravemente la salud mental.
A pesar de que las poblaciones de mayor edad son especialmente vulnerables al COVID-19, los más jóvenes sufren angustia psicológica a niveles elevados, ya que una de cada cuatro personas de entre 18 y 24 años de edad ha considerado seriamente el suicidio en los 30 días anteriores a la encuesta.
El Dr. Ken Duckworth, psiquiatra de niños y adolescentes y director médico sénior de salud conductual de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts, señala que la pandemia supone retos especialmente dolorosos para los adultos jóvenes.
"Es un momento de la vida en el que uno intenta establecer relaciones, lo cual es difícil estando en cuarentena", dijo Duckworth, y añadió que la inestabilidad de la economía y la educación también plantea dificultades especialmente desalentadoras para los adultos jóvenes. "La tarea fundamental de las personas de 18 a 24 años es desarrollar su identidad. Creo que la pandemia golpea en un punto difícil para esa etapa de desarrollo".
Según el informe, que utiliza datos de 5,412 adultos de EE. UU. encuestados entre el 24 y el 30 de junio, más del 40 por ciento de las personas han sufrido una enfermedad de salud mental o conductual relacionada con la pandemia.
Pero según el estudio, los adultos jóvenes son los que más sufren. Las investigaciones demuestran que la adolescencia, definida por la World Health Association como el período comprendido entre los 10 y 24 años de edad, suele ser el momento en que surgen los problemas de salud mental. Y la soledad o los problemas en las relaciones con los pares son factores de alto riesgo para el desarrollo de la depresión entre los jóvenes.
La incertidumbre de un mundo asolado por la pandemia también puede causar estragos en la salud mental, dijo Duckworth.
"A los seres humanos les gusta predecir el futuro. Lo hacemos con los seguros de salud. Lo hacemos con los planes 401k", dijo Duckworth.
La idea de que la vida está llena de incertidumbres, pero hay que prepararse para ellas lo mejor posible es una construcción fundamental que nos impide sentirnos abrumados. La pandemia ha tirado todo eso por la ventana.
Una nación que sufre
El estudio también descubrió lo siguiente:
- El 11 % de los adultos encuestados había pensado seriamente en el suicidio; el 19 % de los hispanos declararon tener ideas suicidas y el 15 % de los encuestados negros declararon tener pensamientos suicidas.
- Casi el 31 % de los cuidadores no remunerados autodeclarados tuvieron pensamientos suicidas.
- El 22 % de los trabajadores esenciales también declararon tener pensamientos suicidas. En general, más de la mitad de los trabajadores esenciales informaron algún tipo de problema psicológico derivado de la pandemia.
- Alrededor del 40 % de los encuestados dijo tener síntomas de ansiedad o depresión.
- El 26 % de los encuestados declaró haber sufrido traumas y problemas de estrés a causa de la pandemia.
- Otro 13 % dijo que había recurrido al uso de sustancias, como alcohol y drogas recetadas o ilícitas, para afrontar la situación.
Hay ayuda disponible
Los problemas de salud mental pueden abordarse mediante cambios de comportamiento y ayuda profesional, e incluso puede recurrir a su aseguradora de salud para encontrar herramientas en línea o a un terapeuta en su área que tenga disponibilidad, dijo Duckworth.
El secreto mejor guardado en la salud mental estadounidense es que su plan de salud quiere encontrarle un terapeuta si usted no puede encontrar uno.
El mes pasado, Blue Cross Blue Shield of Massachusetts puso en marcha varias iniciativas nuevas destinadas a aumentar la asistencia en salud mental, sobre todo para los más jóvenes. Por ejemplo, la organización sin fines de lucro seguirá pagando la teleterapia a la misma tarifa que las consultas presenciales incluso después de que finalice la emergencia de COVID-19. Desde la ampliación de la cobertura a mediados de marzo de 2020, el plan ha procesado más de 3 millones de reclamaciones de telesalud. En febrero, hubo solo alrededor de 200 reclamaciones al día por consultas de telesalud. A partir de agosto, esa cifra ascendió a 27,000 al día, con aproximadamente la mitad por servicios de salud mental.
"Creo que esto cambiará las reglas del juego en Nueva Inglaterra", dijo Duckworth. "La teleterapia sigue creciendo. Antes nadie usaba este camino lateral y ahora es una autopista de 16 carriles".
BCBSMA ha agregado casi 400 médicos adicionales a su red para aumentar el acceso a la atención de salud mental. Blue Cross también ofrecerá nuevos incentivos financieros para que los médicos de atención primaria integren la atención de la salud mental en sus consultorios y concederá a los psiquiatras infantiles un aumento del 50 % en la remuneración para hacer frente a la creciente necesidad de atención de la salud mental entre los jóvenes.
Hay líneas directas disponibles para personas en crisis: el número de la Línea Nacional de Prevención del Suicidio es 1-800-273-8255 y la línea directa de apoyo emocional de Massachusetts Samaritans es
1-877-870-4673. Desde luego, el 911 está disponible para cualquier persona en peligro inmediato.
Mantenerse en contacto
Además de la ayuda de profesionales, los adultos jóvenes pueden encontrar formas seguras de relacionarse con sus pares para combatir la soledad. Utilizar el término "distanciamiento social" fue un error, dijo Duckworth, y da una idea equivocada sobre el comportamiento saludable, que requiere distanciamiento físico pero no aislamiento. Aunque se desaconseja el contacto estrecho en persona, la gente debería aprovechar el clima más cálido mientras dure para reunirse en jardines, parques u otras zonas seguras al aire libre, dijo.
Duckworth también recomienda hacer ejercicio con regularidad, desarrollar una rutina y utilizar herramientas psicológicas para acallar los "pensamientos negativos automáticos", es decir, los pensamientos intrusivos que generan un sentimiento de desesperanza. Existen recursos de terapia conductual cognitiva en línea que ofrecen ejercicios para ayudar con este tema.
Pasar más tiempo socializando también puede ayudar a reprimir estos pensamientos, dijo Duckworth.
"Cuando uno se relaciona con menos gente, la mente va a la deriva, lo que para algunas personas genera una catarata de pensamientos negativos", dijo.
En conclusión, las personas que están sufriendo no tienen por qué hacerlo, dijo Duckworth.
Hay atención de la salud mental a disposición. Está bien recibir ayuda. Existen muchos recursos.
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FOTO DEL Dr. KEN DUCKWORTH POR FAITH NINIVAGGI