13 de agosto de 2019
Cómo el programa Drug Story Theater ayudó a una solitaria niña a florecer
La adicción es, básicamente, una enfermedad solitaria.
Y cuando uno tiene 11 o 12 años y está desesperado por encontrar la manera de sentirse parte de algo haciendo cosas como robar cervezas o sacar Adderall del botiquín de un amigo, no puede comprender la crueldad de la trampa solitaria en la que está cayendo.
Y eso es lo que le pasó a Emily Hamilton. Sus años de soledad la volvieron muy escéptica a compartir los dolorosos secretos de su adicción con un psiquiatra y optar por el único tratamiento que él le presentó.
El Dr. Joseph Shrand, un profesor de Psiquiatría de Harvard Medical School, con experiencia en el teatro infantil, incluida una participación en el novedoso programa de PBS, "Zoom", desafió a Emily no solo a contar su historia, sino a compartirla con los otros miembros adolescentes del grupo de Drug Story Theater, programa que fundó en 2014 en Plymouth, Massachusetts.
"Piénselo", dice Shrand, "¿qué es lo que todos, y en especial los adolescentes, deseamos? Respeto. Todos queremos sentir que nuestros sentimientos son importantes. Que no estamos solos. En esto se cimenta la labor que hacemos a través de Drug Story Theater. Nuestra filosofía es que el tratamiento que le damos a una persona se convierte en la prevención para muchos".
"Hacemos una actividad que llamamos psicodrama", contó Emily, que ahora tiene 17 años. "Por ejemplo, si yo cuento mi historia, los demás miembros de mi grupo tienen que interpretar a mis familiares. Luego, paso a ser la directora y le cuento al resto del elenco cómo fue ese momento particular de mi vida y lo actuamos. Así es como logramos que todos participen para que se expresen. Todos nos volvemos parte de las historias de cada uno".
Los relatos de adicción y soledad se transforman en recorridos grupales que forman las bases de Drug Story Theater.
"Créanme, al principio fue aterrador", dijo Emily, "y, definitivamente, una experiencia fuera de mi zona de confort. Pero también fue una vivencia liberadora para mí. Me sentí libre al expresarme y contarles a las demás personas lo que me había pasado. Y ellas hicieron lo mismo".
El resultado es "The Price You Pay", una colección de escenas relacionadas y viñetas inolvidables tomadas de las historias personales de abuso de sustancias y adicción a los opioides, que aportó cada miembro del elenco de Drug Story Theater.
Si bien las escenas son tomadas de experiencias de la vida real, incluyendo una que alude a una sobredosis fatal, son representadas sin incluir la identidad de los participantes.
Las funciones se llevaron a cabo este año ante públicos extasiados del circuito de escuelas de nivel medio y secundario y universidades, gracias a una asociación con Blue Cross Blue Shield of Massachusetts.
"El futuro era algo en lo que nunca antes me había interesado", dijo. "Ahora me interesa todo".
"En DST, la historia de cada persona es importante", afirmó Shrand, "y a través de esas escenas individuales que nuestro elenco representa, cada uno de los miembros del reparto llega a comprender que no está solo y que sus historias tienen una gran repercusión, en especial entre los públicos jóvenes ante los cuales han actuado. Siempre que preguntamos a un público de estudiantes de nivel medio o secundario cuántos de los presentes conocen a alguien que haya perdido su vida por causa de las drogas, vemos muchas manos alzarse en silencio. Muchísimas manos".
"Luego de cada presentación, hacemos una especie de "mesa redonda" en la que los jóvenes se acercan y nos hacen todo tipo de preguntas", explicó Emily. "Algunas veces, el momento es verdaderamente desgarrador porque nos cuentan situaciones de sus familias y nos hacen preguntas como '¿Qué puedo hacer para que esto deje de pasar en mi hogar?'".
"Honestamente, es un poco difícil responder a eso. Es decir, uno puede mencionarles programas y ese tipo de cosas, pero muchas veces me encuentro diciéndoles la cruda verdad que no hay peor ciego que el que no quiere... ya sabemos cómo termina el refrán".
Emily Hamilton también les cuenta sobre lo que ha aprendido durante el largo y solitario período de adicción contra la que ella y su familia debieron luchar.
"Trato de hacerles entender que no se puede pasar por todo eso solo", dijo. "Hay personas y programas que pueden ser de ayuda. Pero siempre será un camino difícil que no se puede eludir".
Una parte fundamental de la presentación de DST es una explicación sencilla de por qué el cerebro del adolescente es tan vulnerable a la adicción. Y de hecho, Emily y los miembros del elenco y compañeros de DST nunca dejan de estar expuestos a esta realidad.
"Antes de cada actuación", explicó, "nos reunimos y tenemos nuestro momento de 'éxitos y derrotas'. Es cuando nos pedimos unos a otros compartir algo bueno y algo malo que nos haya sucedido durante la semana pasada. Es una manera que tenemos de averiguar cómo está cada uno, depositar la confianza en el otro y darnos fuerzas para salir adelante".
En ese momento, rodeados por un grupo de amigos que han luchado las mismas batallas solitarias contra diferentes tipos de abusos de sustancias, los miembros del elenco pueden confesar sus luchas y recaídas.
"Al ser parte de Drug Story Theater", afirma Emily, "me he dado cuenta de que luchar contra la adicción es como tratar de escalar el monte Everest usando chanclas. Puede ser una misión imposible, en especial cuando uno tiene 17 años y, tristemente, o muy a menudo, trágicamente, cree que la única opción es pasar por eso solo".
Pero al descubrir una manera de asumir esta dura misión, Emily Hamilton ha llegado a la conclusión de que hay posibilidad de salir adelante y desecha el sentimiento de desesperanza.
"El futuro era algo en lo que nunca antes me había interesado", dijo. "Ahora me interesa todo. Quiero ir a la universidad. He descubierto que me apasiona la disertación en público.
Y soy muy buena en eso", dice con una sonrisa que denota confianza en sí misma.
Es una declaración expresada con confianza por una adolescente que alguna vez se refugió en la soledad de un baño cerrado y en la frivolidad de un frasco de píldoras en un intento desesperado por encontrarse.
El viaje hacia el autodescubrimiento y la abstinencia fue largo y doloroso pero Emily Hamilton ha llegado a entender que no es un recorrido que se pueda hacer solo.
Su participación en Drug Story Theater y su disposición a no solo compartir su problema de adicción, sino también a ayudar a sus compañeros de elenco en su viaje personal, ha convencido a Emily de que reunir el coraje para confiar en los demás es el primer paso para salir de la oscuridad.
"Creo que lo que ansiamos lograr con una obra como 'The Price You Pay'", dijo, "es preparar el terreno para un debate honesto entre familiares y amigos, un debate que esperamos esté libre de culpa y prejuicios".
Esa es la conclusión sabia de una sobreviviente de 17 años.
FOTO POR FAITH NINIVAGGI