9 de abril de 2020
Héroes en el área de mayor exposición: Dr. Adam Lurie
En todo el mundo, los proveedores de cuidado de la salud están en el área de mayor exposición de la batalla contra el coronavirus.
Muchos están luchando para tratar una enfermedad sin una vacuna ni tratamiento conocido, ante la cual ningún ser humano tiene una inmunidad natural. También se están enfrentando a una falta global sin precedentes de mascarillas, batas y guantes (equipos de protección personal), debido al déficit en la fabricación a nivel internacional frente a la pandemia.
Esos equipos son esenciales para evitar que los trabajadores de la atención médica se contagien y contagien el virus a los pacientes y a sus propias familias.
Los médicos, el personal de enfermería, los auxiliares médicos y otros trabajadores de la atención médica tienen que trabajar muchas horas, noches y semanas, lejos de sus familias. Pero nunca en la vida tuvieron que poner su propia salud y la salud de sus seres queridos en un riesgo tan grande.
He hablado con proveedores de atención médica en hospitales de Massachusetts para que puedan describir, en sus propias palabras, cuánto han cambiado sus trabajos durante las últimas semanas.
El Dr. Adam Lurie es médico del servicio de internación y mi colega en el Newton-Wellesley Hospital. Los médicos del servicio de internación son médicos especializados en medicina clínica general que atienden a los pacientes durante su hospitalización. En todo el país, miles de estos médicos ahora están atendiendo a pacientes con síntomas de COVID-19. Como es una nueva enfermedad, están aprendiendo todos los días cómo hacer ese trabajo a medida que avanza esta pandemia. Adam compartió sus pensamientos conmigo por email entre sus turnos en el hospital.
¿Existen cambios particulares en la forma de hacer su trabajo que quisiera compartir?
Si bien los componentes esenciales de mi trabajo son similares, ya que me ocupo de atender a los pacientes hospitalizados, he tenido que hacer cambios significativos en mi flujo de trabajo. La rutina en mis rondas era ver a los pacientes en orden de acuerdo al lugar en que se encontraban sus camas. Debido a las pautas cambiantes sobre cómo se propaga el SARS-CoV-2, tuve que modificar esta rutina para reducir mis riesgos de contagiar por gotitas respiratorias. Todos nosotros estamos en el área de mayor exposición tomando decisiones todos los días sobre cómo cuidar mejor a nuestros pacientes con CoViD-19, y al mismo tiempo proteger a todos los pacientes que ingresan al hospital. Tampoco podemos asumir esta enorme responsabilidad a expensas de nuestra propia salud, lo que significa que debemos ser cuidadosos con el uso de nuestros maravillosos equipos de protección personal de la forma más productiva posible.
Otro cambio significativo es la necesidad de dedicar mucha energía mental en la técnica adecuada para colocar y quitar el equipo. Esto no era algo en que me centraba demasiado anteriormente, porque estos equipos eran más prescindibles, por eso no me importaba tirar el equipo contaminado que había estado en contacto conmigo. Pero ahora, por ejemplo, estamos reutilizando las mascarillas y el proceso requiere guantes dobles antes de volver a colocar una mascarilla; hacerlo en el orden correcto requiere concentración, y todo este tiempo se lo quitamos a otras tareas de cuidado de pacientes. ¡Al final del día es agotador!
Por último, el trabajo es en general más difícil porque estamos intentando limitar la cantidad de miembros del equipo que tienen contacto con los pacientes (debido a la necesidad de conservar los equipos de protección personal). En la habitación de un paciente hospitalizado típico, docenas de miembros del equipo entran y salen todos los días. Debido al actual riesgo de contagio, estamos intentando ser más cuidadosos al limitar las interacciones de los pacientes con los médicos esenciales (es decir, personal de enfermería, médicos, fisioterapeutas, etc.). Esto ha cambiado la forma en la que brindamos atención en el hospital, pero es lo que hay que hacer. También hay un impacto en los pasantes, ya que en general hacemos las rondas con tres residentes y dos estudiantes de medicina, pero en este momento es imposible que seis personas se pongan sus equipos de protección personal para entrar en la habitación de un paciente.
¿Tiene ejemplos de proveedores que pusieron el cuerpo durante estos momentos difíciles?
Existen innumerables ejemplos en el hospital de distintos servicios que se ofrecieron para proteger a los pacientes y el personal, pero el personal de enfermería con el que he trabajado ha sido asombroso y simboliza lo que es "poner el cuerpo" en estos tiempos de incertidumbre. Mi capacidad para hacer las cosas es mucho más lenta (principalmente debido a la complejidad de los pacientes y al equipo de protección personal que uso) y el personal de enfermería ha estado dispuesto a asumir tareas que no hace habitualmente (comunicarse con asesores para recibir actualizaciones, ayudar a mover muebles en la habitación de un paciente para darle más espacio para caminar o moverse debido al tubo corto de su fuente de oxígeno Oxymizer, etc.). Realmente he sentido que estamos en esto juntos.
¿Cómo le afecta de manera personal? ¿Qué piensa sobre la forma de equilibrar su obligación con el paciente y la protección del bienestar de su familia?
Eso ha sido una de las cosas más difíciles de esta pandemia. Creo que soy bastante joven (tengo 40), por eso me resulta difícil pensar en mi propia muerte, pero me aterra pensar que puedo enfermarme y contagiar a mi familia. Me ha resultado muy difícil llegar a casa al final del día y abrazar a mi esposa y mis hijos. Además de todo eso, mi esposa es directora de una escuela en Newton y ha trasladado todo el plan de estudio a Internet en 72 horas, un proyecto maratónico. Esto no nos deja tiempo para que seamos padres de nuestros tres niños pequeños.
Por último, me siento nervioso sobre cómo mi salud afectará a mis colegas. Me pone nervioso pensar que me enfermaré y tendré que estar fuera, cargando aún más a las personas en el trabajo que me reemplazan. Cada vez que aclaro mi garganta o resoplo, lo pienso dos veces.
¿Algo más que quiera agregar?
Esto ha complicado las actividades habituales en el hospital y si bien se están implementando nuevas iniciativas rápidamente en nuestro hospital y el sistema hospitalario, estamos trabajando para descubrir cómo ampliar nuestras tareas en momentos de aumentos de casos. Recibimos al menos cuatro correos electrónicos muy importantes por día de nuestro grupo de médicos, el hospital y la red hospitalaria, y es casi imposible estar al tanto de todo Y cuidar de los pacientes. Esta crisis remarca la gran oportunidad para que nuestro sistema de atención médica mejore su agilidad y adopte tecnologías que nos permitan comunicarnos y compartir ideas de forma rápida y eficiente (es decir, servicios de comunicación colaborativa como Slack o Microsoft Teams, plataformas de telesalud, etc.) para que podamos superar rápidamente estos problemas.
Es evidente que esta pandemia está poniendo al límite al sistema de salud. Son las personas inteligentes y trabajadoras con las que comparto mis tareas las que sacarán a nuestra comunidad de esta crisis. Esto no solo requerirá capacidad y compasión, sino nuevas formas de resolver problemas y un entorno que promueva la innovación.
Más de la serie "Héroes en primera línea":
Dr. Peter Chai
Médico de emergencias,
Brigham and Women’s Hospital
Lyn Flagg
Enfermera registrada de la sala de emergencias,
UMass Memorial Medical Center
Dra. Jessica Isom
Psiquiatra,
Codman Square Health Center
Brittany Hill
NP-BC, MSN
Oncología mamaria de Dana Farber
Dr. Peter Smulowitz
Jefe de medicina de emergencia,
Beth Israel Deaconess Hospital–Needham
Dr. Alister Martin
Sala de emergencia general en Massachusetts
Instructor, Harvard Medical School
Dr. Lakshman Swamy
Médico de la unidad de cuidados intensivos,
Boston Medical Center
Dra. Kavita Babu
Médica del Departamento de Medicina de Urgencias
UMass Memorial