21 de abril de 2020
¿Qué sabemos acerca del COVID-19 y de la crisis climática?
En una serie de Coverage, un médico investiga las formas en las que la salud y la atención médica se ven afectadas por el cambio climático, y destaca las medidas relacionadas con el clima que las familias pueden tomar para que podamos ofrecer a nuestros hijos y seres queridos un mundo más saludable, justo y sustentable.
Hace cincuenta años, el primer Día de la Tierra captó una creciente conciencia de que las emisiones procedentes de las fábricas y los autos, que durante tanto tiempo habían sido una marca de prosperidad y del auge de la industria, estaban dañando la Tierra y a nosotros mismos. Hoy podemos mirar atrás y ver que las medidas adoptadas en ese momento limpiaron drásticamente el aire y el agua de nuestro país, salvaron millones de vidas, mantuvieron la salud de la gente y previnieron millones de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y ataques de asma, todo ello mientras crecía nuestra economía. También podemos ver que debemos hacer más, especialmente para garantizar que estos beneficios se extiendan a las personas más vulnerables de nuestro propio país y de todo el mundo que no se han beneficiado de estos avances.
Las pruebas sugieren que respirar aire contaminado es uno de los factores de riesgo para los que más sufren de COVID-19. Sabemos que las personas de color en nuestro país, que han estado muriendo de COVID-19 en porcentajes sorprendentemente más altos que otras personas, y los pobres son más propensos a respirar aire contaminado. Los mismos daños dispares de la contaminación atmosférica que vemos en nuestro país se observan en todo el mundo. Espero que para el 100.º aniversario del Día de la Tierra podamos decir que la mejora de la calidad del aire ha beneficiado a todos.
Mientras atendía niños en las últimas semanas, muchas veces pensé en cómo un virus, que primero entró en una persona desde un animal en algún lugar de Asia, podría estar infectando a un niño a mi cargo en Boston. Estos momentos han dejado claro que la actual pandemia, como la inmensa mayoría de las infecciones emergentes que se han producido en las últimas décadas, ha sido el resultado de nuestra mala gestión de las relaciones con otras formas de vida en la Tierra. Hace cincuenta años, los fundadores del Día de la Tierra nos ayudaron a reconocer que debemos proteger el medio ambiente para protegernos a nosotros mismos. Ningún momento de nuestra historia lo deja más claro que este.
Para evitar nuevas pandemias, necesitamos mejorar la vigilancia y las pruebas de enfermedades, entre otras muchas cosas. Necesitamos un mejor acceso a los suministros médicos críticos y apoyo para los proveedores que han tenido que soportar algunos de los días más difíciles de su carrera. Pero, sobre todo, tenemos que hacer más para asegurarnos de que estos patógenos nunca lleguen a las personas en primer lugar.
Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, he recibido innumerables preguntas sobre las conexiones entre el medio ambiente y el COVID-19. Espero que estas conexiones (que explico en mis preguntas y respuestas) dejen en claro que el Día de la Tierra, y nuestro compromiso de proteger y preservar el mundo natural, ahora es más importante que nunca.
¿El cambio climático influye en la transmisión del coronavirus?
El cambio climático altera la forma en que nos relacionamos con otras especies de la Tierra y esto afecta a nuestra salud y nuestro riesgo de contraer infecciones.
A medida que el planeta se calienta, animales grandes y pequeños se dirigen a los polos o a zonas más frías o elevadas, o a las aguas para huir del calor. Esto significa que los animales entran en contacto con otros animales con los que en condiciones normales no estarían en contacto y crea una oportunidad para que los patógenos lleguen a nuevos huéspedes.
Aunque no tenemos pruebas directas de que el cambio climático esté influyendo en la propagación del COVID-19, sí sabemos que muchas de las causas fundamentales del cambio climático pueden aumentar el riesgo de nuevas infecciones. La deforestación, que se produce sobre todo con fines agrícolas, es una de las causas de la pérdida de hábitat en todo el mundo. Esto obliga a los animales a migrar y potencialmente entrar en contacto con otros animales o personas y compartir gérmenes. Las grandes explotaciones ganaderas pueden servir también como fuente de propagación de infecciones de animales a personas. Una menor demanda de carne animal y una ganadería más sostenible pueden disminuir estos riesgos, además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El cambio climático afecta a los lugares en los que viven los animales y las plantas y a los lugares en los que pueden producirse enfermedades. Históricamente, hemos crecido como especie en asociación con las plantas y los animales con los que convivimos. Así que, cuando cambiamos las reglas del juego y modificamos drásticamente el clima y la vida en la Tierra, es de esperar que afecte a nuestra salud.
¿La contaminación atmosférica aumenta el riesgo de contraer coronavirus y empeora los síntomas?
Un estudio reciente de Harvard muestra que incluso pequeños aumentos de la contaminación atmosférica se asocian a un mayor riesgo de morir por coronavirus. La contaminación atmosférica está fuertemente ligada al riesgo de contraer neumonía y otras infecciones respiratorias y a enfermarse más al contraer neumonía. Un estudio realizado sobre el SARS en 2003, un virus estrechamente relacionado con el COVID-19, también descubrió que las personas que respiraban aire más sucio tenían aproximadamente el doble de probabilidades de morir por la infección.
¿Qué medidas podemos tomar para prevenir futuros brotes?
Podemos hacer muchas inversiones inteligentes que podrían ayudar a evitar otro brote.
- Las agencias federales, estatales y locales pueden apoyar la ciencia y el liderazgo de la salud pública, al proporcionar más fondos para la investigación necesaria, la respuesta temprana a los brotes y los suministros para las pruebas.
- Podemos hacer más para controlar el comercio ilegal de especies silvestres, que los investigadores han relacionado con la transmisión de enfermedades.
- Podemos tomar medidas climáticas para prevenir la próxima pandemia. Por ejemplo, evitar la deforestación (una de las causas fundamentales del cambio climático) puede ayudar a frenar la pérdida de biodiversidad, así como a frenar la migración de animales.
- Si nos replanteamos nuestras prácticas agrícolas, incluidas las que se basan en la cría de decenas de millones de animales en espacios reducidos, podemos ayudar a prevenir las transmisiones entre animales y el contagio a las poblaciones humanas que puede aumentar el riesgo de propagación de enfermedades infecciosas.
- Reducir la contaminación atmosférica causada por la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural es otra medida fundamental que debemos adoptar para mantener sanos nuestros pulmones, lo que es especialmente importante para combatir infecciones respiratorias como el coronavirus.
- Cuando el COVID-19 disminuya y estemos preparados para volver a poner en marcha nuestra economía, podremos hacer que nuestra mano de obra sea más sana y resistente al clima si aumentamos nuestras inversiones en tecnologías de baja emisión de carbono.
También tenemos ahora la oportunidad de reconocer que la prevención es, sin dudas, el mejor enfoque para proteger la salud. La preparación para las pandemias también consiste en mantener la salud de las personas en sus valores basales. Si un tercio de los estadounidenses son obesos y entre el 5 % y el 10 % tiene diabetes, vamos a ser inmensamente más vulnerables. Y si analizamos por qué la gente en Estados Unidos no presenta valores basales saludables, los factores son la dieta, la contaminación y el cambio climático.
De esta forma, el gran desafío para todos nosotros en el 50.° aniversario del Día de la Tierra es hacer todo lo posible para ser mejores administradores de la Tierra por el bien de toda la vida en la Tierra y especialmente por nuestras propias vidas, las vidas de los niños y las generaciones que vendrán.
Haga clic aquí para ver más preguntas y respuestas sobre el COVID-19 y el cambio climático del Dr. Bernstein.
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El Dr. Aaron Bernstein es codirector del Centro del Clima, la Salud y el Medioambiente Global de Harvard T.H. Chan School of Public Health (Harvard Chan C-CHANGE) y es pediatra en el Boston Children's Hospital.
FOTO DEL DR. AARON BERNSTEIN POR JOHN WILCOX