7 de diciembre de 2023
"¿Por qué no querríamos proteger a nuestros hijos contra una enfermedad prevenible?"
Kate Weissman era una mujer de 30 años saludable y feliz cuando el médico le dio la noticia que resonaría durante toda su vida.
"Me dijo que tenía cáncer", dijo la residente de Charlestown, Mass., que sentía negación por su diagnóstico. "Hacía ejercicio, nunca fumé, comía sano, era sociable. Para todos, tenía una vida saludable, en el aspecto físico y mental".
En octubre de 2015 le diagnosticaron cáncer de cuello uterino que se había diseminado hacia los ganglios linfáticos. Todos los años en EE. UU., 11,000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de cuello uterino, que se lleva 4,000 vidas al año.
Dos años antes, Weissman se había enterado que tenía el virus del papiloma humano (VPH) y si bien su médico controlaba la afección muy de cerca, su cáncer fue creciendo silenciosamente.
El VPH es una infección de transmisión sexual habitual que puede causar ciertos tipos de cáncer en mujeres y hombres, incluido cáncer de cuello de útero, pene, ano y garganta. Según algunos investigadores, ocho de diez personas tendrán VPH en algún momento en su vida. Si bien la mayoría combaten la infección sin problema, el virus se convierte en cáncer en casi 36,000 mujeres y hombres al año.
Hay una vacuna segura y efectiva contra el VPH, pero al igual que la mayoría de las personas nacidas antes de 1997, Weissman contrajo el virus antes de recibirla. Y su cáncer era agresivo.
Ella se sometió a un año completo de tratamiento, que incluía 55 sesiones de radiación, 17 sesiones de quimioterapia y cirugía en los ganglios linfáticos. Bajó 25 libras y quedó muy delgada. Perdió su cabello y su energía.
"El cáncer es como una bomba que no deja de explotar", dice. Pero luchó duro. "Le entregué mi cuerpo a la ciencia y les dije a mis médicos que hicieran lo que tuvieran que hacer para mantenerme viva. Lo voy a sobrellevar'".
Una vacuna segura y efectiva
La generación de jóvenes de hoy tiene la oportunidad de terminar con la transmisión de VPH con tan solo vacunarse cuando les corresponda.
La vacuna contra el VPH protege contra nueve cepas de virus con mayor riesgo de causar cáncer. Los CDC recomiendan que las niñas y los niños reciban la vacuna contra el VPH, que consiste de dos dosis, entre los 9 y 12 años, para que tengan las mejores probabilidades de desarrollar inmunidad antes de que sean sexualmente activos y estén expuestos al virus. Una vez que los adolescentes cumplen 15, tienen que colocarse una serie de tres dosis para protegerse contra el VPH.
"La vacuna contra el VPH es una de las únicas dos vacunas que tenemos para prevenir el cáncer", dice la Dra. Katherine Dallow, médica de Massachusetts, quien destaca que el otro virus para el que tenemos vacuna es la hepatitis B, que resulta en cáncer con mucha menos frecuencia que el VPH.
Aunque hay muchísima evidencia clínica de que la vacuna es segura y efectiva, no es obligatoria para la escuela ni los campamentos como otras vacunas, y algunos padres se han resistido a las recomendaciones de los CDC. Por eso, los índices de vacunación contra el VPH generalmente son más bajos que los de otras vacunas recomendadas para adolescentes. El noventa por ciento de los adolescentes en Massachusetts y del país recibe la vacuna Tdap contra el tétano, la difteria y la tos ferina, pero solo aproximadamente el 75 por ciento se vacuna contra el VPH en Massachusetts y solo un 55 por ciento se vacuna contra el VPH en el país, según los datos de los CDC.
"Es posible que a los padres les resulte difícil superar la relación entre este virus y la actividad sexual", dice Dallow, pero se pregunta: "si hubiera una vacuna para prevenir el cáncer de colon o el cáncer de mama, ¿los índices en estas vacunas también serían tan bajos? Las personas harían fila independientemente del método de transmisión".
Después de una década de investigación, dijo el Dr. Alan Stern, un médico en Needham, Mass, se comprobó que la vacuna es segura y efectiva, y tiene algunos efectos secundarios temporarios leves después de la administración, como dolor de brazo ocasional y mareos muy leves. Y gracias a la mayor información en escuelas sobre la vacuna, la mayor concientización sobre los cánceres relacionados con el VPH en general y, desafortunadamente, más experiencias personales con la enfermedad, Stern dice que observa que los padres están cada vez más dispuestos a vacunar a sus hijos.
"Desafortunadamente ahora estamos siendo testigos de una epidemia de cánceres relacionados con VPH en personas en sus 30, 40 y 50" advirtió Stern, que recomienda a todos sus pacientes que se vacunen antes de los 12 años. "Esperamos evitar que esto les pase a los niños de hoy en décadas venideras".
Dallow dice que planea vacunar a sus dos hijos. "Si quiere lo mejor para su hijo y quiere asegurarse de que esté sano y protegido contra enfermedades prevenibles, debe vacunarlo contra el VPH".
Mayor concientización
Después de recibir el tratamiento para el cáncer de cuello de útero a los 25, cuando muchos consideraban al cáncer como una pena de muerte, Tamika Felder ha dedicado su carrera a educar a los padres sobre la importancia de vacunar a sus hijos contra el VPH.
Fundó Cervivor, una organización de apoyo para las personas afectadas por cáncer de cuello de útero, en 2005 para aumentar la concientización y reducir el estigma de cánceres relacionados con el VPH. "Es una forma de unirnos y compartir nuestras historias para ayudar a los demás".
Felder, quien no pudo tener hijos por su tratamiento contra el cáncer, llevó a su hijastra a que recibiera la vacuna contra el VPH porque dice: "no quiero que ella tenga que atravesar por esto jamás".
Empatiza con padres que dudan sobre la vacunación de sus hijos. "Hay mucha información dando vuelta, especialmente en las redes sociales". Les recomiendo a los padres que busquen fuentes creíbles como National HPV Roundtable y que pregunten a su pediatra sobre la vacuna o hablen con un sobreviente de cáncer por VPH".
Kate Weissman espera que su historia motive a los padres a actuar.
"No sabemos por qué ocurren tantos cánceres, pero sí sabemos por qué ocurren los cánceres relacionados con el VPH, y tenemos las herramientas para evitar que los afecten a nuestros hijos y hasta para erradicarlos", dice. "Dejen que esta sea la generación que termine con los cánceres relacionados con el VPH para siempre".
Antes de su tratamiento contra el cáncer, Weissman se hizo fertilización in vitro porque sabía que llegaría a la menopausia y quería tener la opción de tener hijos biológicos. Ella y su marido tuvieron una bebé sana mediante embarazo subrogado hace dos años. Según dice, se asegurará de que su hija, Louella, reciba la vacuna cuando llegue el momento.
"Muchas personas no sobreviven a esta enfermedad", dice.
Siento la necesidad de hacer todo lo que pueda mientras esté en este planeta para evitar que otros pasen por lo que mi familia y yo pasamos. ¿Por qué no querríamos proteger a nuestros hijos contra una enfermedad prevenible?
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FOTO DE LA DRA. KATHERINE DALLOW, DE MICHAEL GRIMMETT