27 de junio de 2020
Cuándo pedir ayuda
¿Cuándo es el momento de hablar con su médico clínico sobre el estrés cotidiano, la tristeza y las noches de insomnio?
En medio del estrés de este año —desde la pandemia de COVID-19 hasta la inestabilidad económica a nivel mundial y la existencia cada vez mayor de injusticia social y racial— muchos estadounidenses se preguntan cuándo buscar ayuda para la ansiedad y la depresión que sufren; y los médicos clínicos pueden brindar orientación.
"Si sus relaciones sociales, vínculos, estrategias de ejercicio y lo que sea que haga para asegurarse un buen descanso a la noche no le está dando resultado, una buena idea sería hablar con un clínico especialista en salud mental", comentó el Dr. Ken Duckworth, director médico sénior de salud conductual en Blue Cross Blue Shield of Massachusetts.
¿Cuándo necesita ayuda?
Estas señales importantes pueden ser un indicio de que la ayuda le serviría:
- Si tiene pérdida o limitación de una función en el hogar o el trabajo. Duckworth dice que sentirse abrumado es otra señal reveladora: "si tiene problemas en casa, problemas en su rol como padre o esposo/a o en su desempeño laboral, sería bueno que se pregunte: "¿Me vendría bien una evaluación?'"
- Si nota cambios físicos, como pérdida o aumento de peso excesivos. Estos síntomas podrían indicar un trastorno de salud conductual subyacente, comenta Duckworth.
- Si los problemas continúan por más de dos semanas. Todos tenemos un mal día, pero Duckworth dice que si los síntomas de preocupación, tristeza o insomnio perduran por dos semanas, debería buscar ayuda.
- Si le han diagnosticado un trastorno de salud conductual en el pasado. Duckworth dice que muchos trastornos, como la ansiedad, la depresión y el trastorno bipolar, son recurrentes y se pueden desencadenar por situaciones estresantes como lo es la pandemia actual. Él aconseja a las personas que estén atentas a cualquier síntoma que indique que su trastorno pueda ser recurrente.
- Si tiene pensamientos suicidas, que es lo más grave. Duckworth comenta que "si tiene pensamientos suicidas, existe la línea nacional de ayuda al suicida a su disposición las 24 horas y los 7 días de la semana: 1-800-273-TALK".
Vea aquí al Dr. Ken Duckworth
Un cambio a la atención a la distancia
Puede hacer una consulta con el médico clínico que ha visitado anteriormente o con su proveedor de atención primaria, que puede derivarlo a un profesional de salud mental. También puede comunicarse con su plan de salud. Duckworth advierte que la mayoría de los planes de salud, incluido Blue Cross, cuenta con empleados capacitados para conectar a los miembros con profesionales de salud mental matriculados en la región: "lo aliento a que busque ayuda profesional si tiene problemas para desempeñarse o si tiene problemas en cuanto a su seguridad", opinó.
La mayoría de las consultas sobre salud conductual ahora se hacen por teléfono o videollamada.
"A través de las consultas de telesalud —por videollamada o por teléfono— puede hacer una consulta con un clínico bastante rápido porque el área de la salud mental hizo el cambio más rápido de su historia y en un plazo de dos días pasó de las consultas en persona a la telesalud", declaró Duckworth. "Y para mi sorpresa, las personas que reciben la ayuda y los profesionales que la proporcionan piensan que está bien y están conformes. Los pacientes no tienen que ir a las consultas ni pagar estacionamiento, y los terapeutas notan que los pacientes se conectan a tiempo para las consultas".
En una evaluación sobre la información de los miembros de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts se reveló que la aseguradora de planes de salud sin fines de lucro más importante del estado recibe actualmente 40,000 reclamaciones por día para telesalud, aproximadamente un 45 % para el área de salud conductual, en comparación con un promedio de 200 teleconsultas al día en el último año. Las consultas están cubiertas sin gastos de bolsillo para los miembros.
Duckworth rápidamente advierte que el hecho de consultar con un profesional no significa que está atado de por vida a la psicoterapia o a tomar medicamentos: "el objetivo de la consulta es tener una evaluación inicial para tener una idea de su estado y cuáles son los tratamientos que le resultarían útiles", comenta.
Conocer el estrés
"Nuestro cerebro está conectado para percibir la amenaza", dijo Duckworth. "El problema es que no se trata de un tigre de grandes dientes que nos persigue —se trata de un virus, una muestra microscópica de ADN y ARN desacertado que se replica entre los humanos bastante rápido. Tenemos esa sensación de amenaza, de mayor ansiedad, y bajo estas condiciones de estrés, preocupaciones por el dinero y por perder el trabajo, hay más personas que buscan ayuda para tratar la ansiedad y los trastornos en el estado de ánimo".
Comentó que todos deberíamos calmarnos: "tenemos que recordar que esta es la primera vez que la mayoría de nosotros ha vivido una pandemia —necesitamos bajar nuestras expectativas".
Por otro lado, Duckworth comentó que el estrés puede generar un ciclo de pensamientos negativos que se convierten en parte de un sistema de creencias.
"Digamos que perdió su trabajo durante esta situación económica —hay dos maneras de pensar sobre esto", comentó. "Una es pensar: 'qué mala suerte que este virus haya golpeado la economía estadounidense y encima pierdo el trabajo por este motivo'. Otra es pensar: 'no soy un buen empleado y quizás no me contraten porque no valgo la pena'. Se puede apreciar la diferencia. Debe tener la capacidad de reconocer sus pensamientos pero no necesariamente creerlos".
En el caso de las personas que sufren estrés y tristeza a diario, Duckworth opina que el descanso es fundamental: "Dormir es un superpoder para preservarse", comenta. También recomienda el ejercicio aeróbico, las relaciones sociales y no consumir medios de comunicación ni cafeína después de las 6 p. m.
Además de estas medidas fundamentales, "todo el mundo tiene que saber lo que le hace bien", dice Duckworth, así sea respirar hondo, practicar yoga o escuchar música.
La esperanza: nueva empatía
A pesar del aumento de los problemas de salud conductual entre los estadounidenses, Duckworth espera un resultado positivo de esta crisis que será una mayor empatía para enfrentar las dificultades de salud mental y reducir el estigma en torno a la misma.
"La pandemia de COVID-19 es una realidad extremadamente estresante y desafortunada para muchas personas, pero creo que el lado positivo es que cada vez más personas charlan más sobre cómo afecta en su salud mental. Tengo esperanzas de que esto continuará y habrá una aceptación franca de que las vulnerabilidades en torno a la salud mental son vulnerabilidades comunes en los seres humanos. Son comunes. La pandemia también permite a las personas que tuvieron la suerte de no tener problemas graves de salud mental de experimentar la ansiedad y el miedo y de tener una mejor sensación de empatía para las personas que viven con trastornos de ansiedad y depresión".
¿Le resultó informativo este artículo?
Todo el contenido de Coverage se puede reimprimir gratis.
Lea más aquí.
FOTO DEL DR. KEN DUCKWORTH POR MICHAEL GRIMMETT