6 de agosto de 2019
Los adultos mayores vuelven el tiempo atrás levantándose del sofá
Después de un susto con su salud en 2015 que la llevó al hospital, donde la trataron por neumonía doble y sepsis, Paula Call decidió que era momento de ponerse en forma.
Tras esa experiencia, la abuela de 70 años dejó de fumar de un día para el otro y empezó a participar de muchas clases de ejercicio en la zona común de la comunidad para personas mayores de 55 en la que vivía en Middleborough, Mass.
Practica yoga y tai chi, pero su ejercitación favorita es una clase de 60 minutos para ejercitar los músculos centrales, los martes por la noche. Y se siente mejor que nunca:
"Ya no me resfrío tanto y no tengo que usar tanto mi inhalador para el asma", dice Call, miembro de un plan complementario de Medicare a través de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts. Además conoció a muchas personas nuevas y nota que está de mejor humor.
"El ejercicio te levanta el ánimo", dijo.
Nunca es demasiado tarde
La mayoría de las personas saben que ejercitarse en la juventud y la adultez puede ayudarnos a mantener un peso sano, bajar el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes y enfermedades cardíacas, y mejorar nuestro estado de ánimo.
Pero empezar un régimen de ejercicio cuando se es mayor, como hizo Call, ¿realmente puede marcar una diferencia para su salud?
Tal parece que sí, dicen los expertos.
"Nunca es demasiado tarde para adoptar un estilo de vida sano", dice el Dr. Dana King, profesor de medicina familiar en West Virginia University, cuyos estudios sobre adultos mayores y actividad física se centraron en la generación de los baby boomers.
En su investigación quedó demostrado que las personas que adoptan más tarde en la vida comportamientos saludables pueden bajar su riesgo de infartos y otras afecciones peligrosas en un 40 por ciento en solo cuatro años.
"Los estudios demuestran que nunca es demasiado tarde para empezar", coincide el Dr. Frank Hu, profesor y presidente del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard, que este año publicó un importante estudio sobre longevidad.
"Incluso las personas de más de 70 años pueden obtener beneficios importantes y reducir su riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad".
"La iniciativa de levantarse del sofá y salir es la más importante", dice el Dr. Wojtek Chodzko-Zajko, profesor y decano de la escuela de graduados de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, además de investigador líder sobre cuestiones de envejecimiento. "Lo que más cuesta, pero también lo más gratificante, es pasar de la vida sedentaria a tener una vida activa".
Retos para los "baby boomers"
Todo esto es una noticia importante para quienes nacieron después de la Segunda Guerra Mundial. Tal parece que la generación que creó la locura del bienestar físico y nos legó a Jane Fonda, Jazzercise y el Thighmaster, lamentablemente no es la generación con mejor estado físico.
Los estudios de King y sus colegas revelan que esta generación se ejercita menos y tiene tasas más altas de obesidad, diabetes y presión arterial y colesterol elevados que la generación de sus padres, por haber pasado una vida trabajando sentados frente a un escritorio, con traslados largos hacia y desde el trabajo y mucho más tiempo de pantalla.
King observa evidencia de esta tendencia en su consultorio todos los días. Dice que cada vez más pacientes consideran cirugías de reemplazo de cadera o rodilla, no porque sus articulaciones estén desgastadas, sino porque tienen sobrepeso.
"La generación posguerra es el exponente de los años de envejecimiento y enfermedades crónicas", dice. "Cambiar por ejercicio y modificar otros hábitos realmente los beneficiaría".
Agregar una década de vida
Los adultos mayores pueden seguir un mapa de ruta sencillo para agregar más de una década de vida, dice Hu:
- No fumar.
- Mantener un peso saludable. Si no está dentro del rango considerado obesidad, intente no subir de peso ni aumentar su contorno de cintura. Si está dentro del rango considerado obesidad, intente bajar un poco de peso.
- Hacer 30 minutos o más de actividad física moderada a fuerte al menos cinco días a la semana. Una combinación de ejercicio aeróbico como caminar o correr y de entrenamiento de resistencia, como levantar pesas, es lo más beneficioso.
- Beber con moderación, un vaso de hasta 5 onzas de vino al día para las mujeres y hasta dos para los hombres.
- Consumir una dieta que tenga más cantidad de frutas, verduras, granos integrales, nueces y legumbres; cantidades moderadas de pescado, carne de ave y lácteos y cantidades más bajas de carnes rojas y procesadas, granos refinados y azúcar.
Cuantos más de estos hábitos adopten las personas mayores, dice Hu, mayor será el beneficio y más extenderán su expectativa de vida. Las mujeres que siguen los cinco consejos aumentan su expectativa de vida en 14 años, los hombres pueden vivir 12 años más.
"Es bastante impresionante que la gente pueda prolongar su vida en más de una década mediante cambios en su estilo de vida y no con medicamentos", dijo Hu.
Y más sorprendente aún es que estos cambios son relativamente sencillos: "no hablamos acerca de correr maratones o adoptar una dieta extrema", dijo.
Motivación para seguir en movimiento
"Sabemos lo importante que es el ejercicio para la salud de los adultos mayores, y queremos darles todas las oportunidades que podamos para ayudarles a ponerse en movimiento", dice la Dra. Katherine Dallow, vicepresidenta y directora médica de los programas y estrategias clínicas de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts. El otoño pasado, la aseguradora empezó a ofrecer clases de actividad física gratis en los Consejos para la Tercera edad y Centros para Personas Mayores del área Central de Massachusetts, y el programa se ha ido ampliando a más centros en todo el estado. Las clases están disponibles para todas las personas mayores, más allá de que tengan o no cobertura de seguro de Blue Cross.
"Está demostrado que el ejercicio tiene beneficios adicionales para las personas mayores en áreas como el equilibrio y la prevención de caídas, previene la pérdida de masa ósea y mejora la salud mental", dice Dallow.
"Muchas personas mayores corren mayor riesgo de depresión, especialmente quienes tienen otras enfermedades crónicas, y está demostrado que el ejercicio aumenta la producción de endorfinas, que mejoran el estado de ánimo de las personas", destaca. "Y si se practica en un entorno social, el ejercicio puede ayudar a mejorar el bienestar social y la salud mental de los adultos mayores".
La aseguradora además está ampliando un beneficio de reembolsos de bienestar para todos los miembros, incluidos los miembros de Medicare, para incluir membresías y cuotas de clases en clubes y gimnasios que ofrecen clases grupales con instructores de yoga, Pilates, kickboxing o spinning.
Helen Botelho, amiga de Paula Call de la comunidad para personas mayores de 55 de Middleborough y también miembro del plan complementario de Medicare de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts pudo comprobar personalmente los beneficios de mantenerse activa.
Hace una clase de gimnasia integral con pesas durante la semana y una clase de danza folklórica estadounidense los sábados por la mañana. Cree que su nivel de acondicionamiento físico la ayudó a recuperarse más rápidamente de una cirugía que le practicaron en julio.
"Me sorprendió lo rápido que me recuperé", dice.
Botelho tiene previsto seguir en movimiento tanto como pueda, por la mayor cantidad de tiempo posible: "me siento bendecida todos los días por levantarme, ir al área común y hacer actividad".