19 de julio de 2019
Juegos con un objetivo: la actividad física fortalece las mentes jóvenes
Pelotas de fútbol de espuma, el repiqueteo de los aros de hula-hula y el mumullo de niños emocionados llenaron el aire del gimnaio en la Memorial Elementary School en Natick, Mass., en una mañana de otoño reciente. "Un caos organizado", así la llamó Jen Pascarelli, profesora de educación física.
Apenas después de las 8 a. m., bajo la firme pero amable dirección de Pascarelli, el juego pasó a tener un propósito. Era una mañana en BOKS, acrónimo de Build Our Kid's Success, un programa antes de la escuela de 12 semanas de duración que involucra a los niños en actividad física dirigida por hasta 45 minutos, dos a tres días a la semana. Las sesiones están a cargo de profesores entrenados por BOKS, una organización sin fines de lucro de Boston, y por padres voluntarios.
Mientras las escuelas dedican más tiempo a la formación académica para preparar mejor a los estudiantes para los exámenes estandarizados, y con recortes de presupuesto que limitan los recursos, los niños están pasando menos tiempo en el gimnasio y en las áreas de juegos. Las organizaciones, incluida BOKS y Playworks sin fines de lucro, ambas patrocinadas por Blue Cross Blue Shield of Massachusetts, están cubriendo la brecha de actividad.
Y su enfoque está más en el cerebro que en el cuerpo.
"Hay tanta evidencia sobre el gran impacto que el ejercicio físico tiene en nuestros niños", dijo Kathleen Tullie, fundadora de BOKS. "Sabemos que tienen un mejor rendimiento académico, físico y social, así que, ¿por qué no comenzar cada día escolar con una actividad lúdica y física?"
El programa BOKS se centra en correr y en el desarrollo de una habilidad atlética por semana. En una sesión reciente, los estudiantes trabajaron de a pares para hacer una serie de sentadillas, luego corrieron por el gimnasio antes de regresar y hacer más sentadillas. Más adelante, completaron una carrera de relevo con sentadillas, atravesaron una serie de objetos, como una pelota, a lo largo de una hilera de estudiantes y luego regresaron usando solo los pies. Los niños no solo estaban ejercitando la parte central del cuerpo sino también estaban aumentando su frecuencia cardíaca al nivel del ejercicio moderado a enérgico.
Dicen los expertos que ese tipo de ejercicio prepara a los niños para incorporar más información de manera efectiva.
"Los hallazgos son bastante claros: el ejercicio activa las mismas células nerviosas que usamos para pensar y aprender. El sistema de atención se pone en marcha", dijo el Dr. John Ratey, autor del libro "Spark- The Revolutionary New Science of Exercise and the Brain" (Chispa: la nueva y revolucionaria ciencia del ejercicio y el cerebro) e inspiración de Tullie para comenzar con BOKS.
BOKS, dijo Jake O'Toole estudiante de primer grado de Memorial Elementary, "me hace sentir fuerte y me ayuda a quedarme en mi pupitre" durante la clase.
Un estudio de tres años de duración de BOKS a cargo del National Institute on Out-of-School Time reveló que los maestros y padres manifestaron que los estudiantes que participaron en el programa mostraron una mejora significativa en dos funciones ejecutivas. La primera es la memoria de trabajo: poder recordar y reconstruir una idea o información, y la segunda tiene que ver con las habilidades de cambio: la capacidad de pasar de una situación, una tarea o un problema para enfocarse en otro.
Esas habilidades son fundamentales para los estudiantes de la actualidad, resaltó la Dra. Georgia Hall, investigadora principal del estudio y directora del instituto. Mientras los maestros y estudiantes están bajo presión para cumplir con los objetivos académicos cada vez más exigentes evaluados por los exámenes estandarizados, cada minuto de instrucción cuenta.
"Las escuelas no pueden darse el lujo de perder ni siquiera cinco minutos de tiempo de clase si una maestra se pierde en los detalles al intentar ayudar a un estudiante que está en proceso de transición de una actividad a la siguiente", dijo Hall. Una mejor capacidad de recapitulación y enfoque son "habilidades clave que contribuyen a una experiencia exitosa en el aula".
El juego activo también puede ayudar a crear entornos de aprendizaje más cooperativos y menos disruptivos, comentó Jon Gay, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Playworks New England. "Nos asociamos con los maestros del aula para identificar las habilidades que los niños necesitan para aprender en un entorno de respeto, inclusión y trabajo en equipo".
Según una encuesta de educadores en escuelas participantes en Playworks:
- El 97 por ciento de los maestros informa más cooperación entre los estudiantes.
- El 96 por ciento de los maestros manifiesta que los estudiantes pueden concentrarse mejor
- El 86 por ciento de los maestros da cuenta de menos interrupciones en el aula
"Playworks ha transformado nuestro entorno", dijo Michelle Burnett, directora de James J. Chittick Elementary School en Boston. Burnett dice que Playworks enseña resolución de conflictos, comunicación y cooperación (habilidades que han reducido los problemas de disciplina en el área de juegos y en el aula, y ha llevado a los niños a trabajar mejor juntos).
Los niños pueden responder por eso.
"Es realmente divertido y fantástico hacer ejercicio antes de comenzar con la clase", dijo Katie Borrelli, estudiante de cuarto grado en Memorial. "Te libera toda la energía que tienes dentro de modo que uno no está exaltado cuando tiene un examen".
FOTOS POR STEPHANIE PAULOVICH