29 de ene. de 2024
Un mensaje para las madres
La Dra. Anika Moore, obstetra, comparte sus conocimientos sobre la salud de la mujer y las disparidades en la salud con la Dra. Philomena Asante, líder de Diva Docs Boston y creadora de la serie Diva Docs para Coverage.
Mi elección de convertirme en obstetra fue inspirada por el obstetra de mi madre. Vivía en mi ciudad natal de Cincinnati y, cuando estaba en la escuela secundaria, tuve la oportunidad de acompañarle durante una semana como parte de un programa vocacional. Un día, me dio la posibilidad de observarle durante un parto. Fue tan poderoso. Supe de inmediato que ese era el camino que deseaba seguir.
Cuando era pequeña, mi abuela solía decir: "Lo más importante que se puede hacer es tener un corazón lleno de amor, un oído atento y una mano dispuesta a ayudar a los demás". Cuando decidí estudiar medicina, como mujer afroamericana, me prometí nunca olvidar las palabras de mi abuela y hacer todo lo posible para asegurarme de tratar bien a las mujeres, escucharlas, acompañarlas y conectarme con ellas para satisfacer sus necesidades de salud. Y eso es exactamente lo que hago en Brockton Neighborhood Health Center.
Trato a mujeres de todas las edades, desde la adolescencia hasta la menopausia. Trato a mujeres embarazadas, mujeres con problemas de infertilidad, mujeres menopáusicas, mujeres con endometriosis y una variedad de afecciones médicas. Mis pacientes son oriundas de distintas partes del mundo, pero la mayoría son de Cabo Verde, Haití y Brasil. Me encanta trabajar con todas las mujeres, independientemente de su color, clase social, credo, orientación o identidad sexual. Me encanta guiar, cuidar, enseñar y defender a las mujeres.
No creo que haya otro campo de la medicina más optimista y alegre que la obstetricia. Ayudamos a traer nuevas vidas al mundo. Y aún así, en Estados Unidos, la alegría de nuestra área está manchada por inequidades desalentadoras.
El índice de mortalidad materna en este país se ha más que duplicado en las últimas dos décadas, una diferencia cruda con respecto al resto del mundo desarrollado. Y los índices son aún más alarmantes para las mujeres afroamericanas, quienes tienen tres veces más probabilidades de morir por una causa relacionada con el embarazo que las mujeres blancas. Las mujeres afroamericanas registran índices más altos de infertilidad, muerte fetal, muerte materna y parto prematuro en comparación con las mujeres blancas. Las disparidades persisten en todas las clases sociales: el índice de mortalidad relacionada con el embarazo entre las mujeres afroamericanas con educación universitaria completa o nivel superior es 5.2 veces mayor que el índice de las mujeres blancas, y 1.6 mayor que el índice de una mujer blanca que no tiene un diploma de la escuela secundaria.
No existen razones genéticas por las cuales las mujeres afroamericanas deberían registrar un índice más alto de muerte o complicaciones durante el embarazo o el parto. Existen factores económicos, problemas de empleo, vivienda y acceso que hacen que muchas mujeres afroamericanas sean vulnerables a afecciones crónicas con predisposición a embarazos de alto riesgo. Y existe el estrés incesante del racismo. Y lo que es muy importante, dentro del sistema de atención médica, tal como lo ha notado el American College of Obstetricians and Gynecologists en los últimos años, también existen prejuicios. Muchos de estos resultados podrían prevenirse con un mejor cuidado de la salud, comunicación y apoyo.
¿Qué pueden hacer las mujeres para protegerse y proteger a sus bebés y tener un embarazo saludable?
En primer lugar, les digo a mis pacientes, ser consumidores informados. Estar al tanto de las disparidades en la atención. Y al acudir a su consulta de atención prenatal, hacer estas preguntas:
- ¿Qué puedo hacer para reducir mi riesgo de mortalidad materna?
- ¿Qué síntomas del embarazo son normales y qué es una emergencia?
- ¿Cómo me puedo comunicar con mi proveedor si tengo preguntas o dudas sobre mi salud?
- ¿Hay algo en mí o en mis antecedentes médicos que aumentan mi riesgo?
- ¿Qué puedo hacer para reducir mi riesgo?
- ¿El equipo de trabajo de parto y parto del hospital asociado a este consultorio está capacitado para tratar a pacientes de alto riesgo?
- Entreviste a su obstetra para saber si puede entablar una relación de confianza, si tiene conocimientos, si está dispuesto a escuchar sus dudas, velar por sus intereses y cuidarle.
- Busque atención prenatal en una etapa temprana, tan pronto sepa que está embarazada. Y si usted es obesa o tiene una enfermedad crónica, como diabetes o hipertensión, considere visitar a un obstetra/ginecólogo antes de quedar embarazada para saber qué debe hacer para preparar su cuerpo para el embarazo y cómo pueden afectarle estas afecciones médicas. Es importante controlar estas afecciones, ya que pueden aumentar el riesgo de mortalidad materna.
- Mientras esté embarazada, tome vitaminas prenatales para asegurarse de estar recibiendo los nutrientes que usted y su bebé necesitan. Inscríbase en clases preparto y de lactancia, y participe activamente en la búsqueda de información sobre su embarazo y el proceso del parto. Algunos planes de seguro pagan estas clases. Pregunte en su hospital local y en el consultorio de su obstetra sobre recursos disponibles en su comunidad. Muchas ciudades ofrecen clases preparto, clases de lactancia y asesoramiento gratis.
- Existen cuatro señales de alarma que todas las mujeres embarazadas deben conocer: si tiene sangrado vaginal abundante, pierde líquido, tiene dolor abdominal agudo, calambres o contracciones, o tiene un dolor de cabeza intenso que no se alivia con Tylenol, debe consultar con su médico.
- Y lo que es más importante, confíe en su propia intuición y en su inteligencia. No tenga miedo de hacer demasiadas preguntas y nunca piense que está haciendo una pregunta estúpida. Y no dude en comunicarse con su médico fuera del horario de atención. Siempre hay alguien de guardia para responder a sus dudas o preguntas.
Pero la carga no recae solamente en las pacientes. Los médicos clínicos, hospitales y consultorios comparten la responsabilidad en este asunto. ¿Qué pasos podemos dar para cambiar la tendencia de mortalidad materna?
Por empezar, podemos comprometernos con los problemas culturales, sociales y económicos que afectan los resultados de salud en las madres y bebés de las minorías. Podemos asegurarnos de que nuestro personal, incluidas las enfermeras y los auxiliares médicos, conozca las estadísticas y reciba capacitación sobre cómo podemos mejorar, a través de rondas, reuniones de personal y conferencias. Podemos estar al tanto de recursos comunitarios que abordan disparidades para poder compartir esta información con las pacientes. Además, podemos aumentar la diversidad de proveedores en la atención de la salud materna.
Por otra parte, podemos asegurarnos de que los médicos y el personal estén al tanto de nuestros propios prejuicios o al menos dispuestos a entender que podemos tener prejuicios que afectan nuestras interacciones con los pacientes, las decisiones de tratamiento, la predisposición de los pacientes a seguir nuestras recomendaciones y, en última instancia, los resultados de salud de los pacientes. Si nuestros prejuicios nos hacen perder la oportunidad de identificar factores de riesgo, o provocan una demora a la hora de reconocer los síntomas, estas fallas pueden tener consecuencias críticas para nuestros pacientes.
Como comunidad en general, debemos entender que este es un problema que no se puede ignorar. Todos debemos ser parte de la solución.
Los centros de salud comunitarios, los hospitales locales, los departamentos de salud pública, todos podemos trabajar juntos para visibilizar el mensaje de que existe una crisis en la salud materna. Y podemos trabajar juntos para encontrar la solución.
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FOTOS DE LA DRA. MOORE Y LA DRA. ASANTE DE FAITH NINIVAGGI