17 de nov. de 2020
"Liderar con amor"
A Ellie, de quince años, le habían diagnosticado anemia aplástica, una enfermedad poco común que impide al organismo producir glóbulos rojos en cantidad suficiente. La niñita, que estaba hospitalizada en la unidad de trasplantes del Dana-Farber Cancer Institute, estaba segura de que el amigable hombre al que siempre veía, que jugaba con ella a las escondidas, era uno de sus médicos. Pero el hombre era un guardia de seguridad.
Además, era de origen afroamericano e hispano. Ellie era demasiado pequeña para comprender cuán extraño y perturbador sería ver a una persona como él con un guardapolvo blanco de médico. De acuerdo con la Association of American Medical Colleges, solo un 5 % de los médicos de Estados Unidos se identifican como afroamericanos y un 5.8 % son hispanos.
Fue la Dra. Katherine Dallow de Blue Cross Blue Shield quien relató esta historia en el ayuntamiento, el jueves, para ilustrar la extrema necesidad de contar con una mayor representatividad de la diversidad étnica en la comunidad médica. Y la pandemia no ha hecho más que exacerbar la obviedad de esta necesidad.
"El COVID-19 ha puesto de manifiesto la desagradable evidencia de que el racismo impregna nuestro sistema de atención médica mucho más de lo que pensamos", dice Dallow, vicepresidenta de estrategias y programas clínicos. "Las causas relativas a la desigualdad y la equidad en la salud están profundamente arraigadas e incluyen factores determinantes del estado de salud como la pobreza, la vivienda, la educación, la alimentación y los prejuicios raciales".
La Oficina de Registro The Gift of Life, que se dedica a abordar la falta de diversidad en los registros de médula ósea, organizó este evento, en el que participaron referentes de la población de color y médicos, para tratar posibles maneras de contrarrestar la desigualdad y la discriminación en el cuidado de la salud.
"Las desigualdades en los resultados de la atención médica van mucho más allá de nuestra misión, que es encontrar una cura para quienes sufren de diversas enfermedades, casi 100, entre las que se incluyen la leucemia, los trastornos del sistema inmunológico y la anemia de células falciformes, aunque, al mismo tiempo, dichas desigualdades se entrelazan con nuestros objetivos", dice Jay Feinberg, director ejecutivo y fundador de Gift of Life, además de ex paciente trasplantado. "Gift of Life, una organización fundada para combatir una desigualdad en particular, que es la falta de diversidad en el registro de médula ósea a nivel mundial, está tomando medidas para abordar un grave problema que la pandemia ha puesto en mayor evidencia".
Mire el Gift of Life Town Hall
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informan que los índices de contagio de COVID-19 son 2.8 veces más altos entre las poblaciones de hispanos o latinos y de amerindios o nativos de Alaska, y 2.6 veces más altos entre la población de afroamericanos.
"Los afroamericanos, latinos y aborígenes de este país, y de cada grupo etario, incluido el de los jóvenes, se han visto afectados de manera desproporcionada por el coronavirus", dice Angela Clark, directora de diversidad e inclusión en Fidelity Investments, quien participó como moderadora en el ayuntamiento. "Estas continuas desigualdades en la salud han sido alimentadas por décadas de discriminación".
Los referentes de la atención médica deben aplicar una perspectiva más osada para combatir el problema de la desigualdad en la salud, algo que Blue Cross ya ha empezado a hacer, dice Dallow. La compañía otorgó un subsidio de $1 millón al New Commonwealth Racial Equity and Social Justice Fund, y tiene previsto recopilar nuevos datos de los miembros, al tiempo que trabaja con proveedores de cuidado de salud, para comprender los patrones de desigualdad, así como implementar incentivos con fines específicos y brindar un mayor apoyo para reducir las desigualdades.
En Blue Cross, creemos que el racismo es una emergencia de la salud pública, y que el cuidado de la salud es una cuestión relativa a la justicia racial y social.
Dra. Katherine Dallow
Los médicos clínicos también deben ser sensibles a las diferencias culturales cuando tratan a sus pacientes, dice el Dr. Ken Duckworth, director médico de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales y director médico de salud conductual en BCBSMA.
El estigma asociado con la salud mental en las comunidades de personas de color sigue siendo un obstáculo masivo para el tratamiento, explica. En lugar de tratar al paciente por una potencial afección de salud mental, se hace hincapié en los síntomas aislados, como la falta de sueño.
«No es bueno enfocarse en conceptos como "Creo que padece esta afección de salud mental", lo cual conlleva un estigma», dice Duckworth. "Conduzca el diálogo con amor, enfocándose en aspectos que usted y el paciente puedan ver".
Dallow y Duckworth hicieron hincapié en la importancia de la telesalud para las comunidades más carenciadas, a fin de que la atención de la salud, tanto la física como la mental, sea más accesible. Blue Cross ha cubierto más de 1 millón de visitas médicas y de salud mental por teléfono y video sin costo para los miembros durante el estado de emergencia.
Las desigualdades raciales van más allá de la falta de acceso y de representación en el ámbito médico. Tal como lo destaca Feinberg, también hay una escasez en la diversidad de donantes de médula ósea; esto se debe a diferentes razones, entre ellas, una merecida desconfianza hacia el sistema de atención médica por parte de las comunidades de persona de color. Los trasplantes de médula ósea, también conocidos como trasplantes de hemocitoblastos, son un tratamiento fundamental para muchas enfermedades, entre ellas, algunos tipos de cáncer, y son la única cura para la anemia de células falciformes, una enfermedad genética que suele afectar con mayor frecuencia a personas de ascendencia africana.
"Si analizamos cuáles son las personas que se incorporan a un registro, veremos que son aquellas que tienen una cierta estabilidad, que tienen dinero y que pueden darse el lujo de ausentarse del trabajo", dice el Dr. Joseph H. Antin, panelista del ayuntamiento y director de hematología de Jock and Bunny Adams en el Dana-Farber Cancer Institute. "El problema es que los registros tienen una cantidad desproporcionada de donantes caucásicos".
Kamiya M.N. Parkin, presidenta de la delegación Boston de la NAACP en la University of Massachusetts, ha impulsado a otros jóvenes de color a estudiar medicina para eliminar la disparidad en el ámbito de la salud. En 20 o 30 años, dice, habrá personas de su grupo etario que estarán ocupando puestos de liderazgo en el gobierno y la medicina. También espera que más personas contemplen la posibilidad de donar hemocitoblastos, un proceso relativamente sencillo que suele exponerse de manera excesivamente dramática en la televisión y las películas.
Quienes deseen colaborar de alguna otra manera, pueden sumarse a la NAACP, algo que cualquier persona puede hacer, independientemente de su origen racial o étnico, explica.
Participen de actividades que dejen huella en sus comunidades; los actos más sencillos logran el cambio.
Kamiya M.N. Parkin
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VIDEO DE TOWN HALL DE GIFT OF LIFE