29 de nov. de 2021
Una conferencia histórica reúne a profesionales de la medicina afroamericanas
La Dra. Fatima Cody Stanford, primera presidenta afroamericana de su clase en la Facultad de Medicina del Medical College of Georgia, una universidad fundada en el Sur de le preguerra, tenía por delante una labor muy difícil.
Una de las tareas en su lista era solicitar a la facultad que rindiera homenaje a los esclavos cuyos cuerpos habían sido robados de tumbas para afroamericanos en la época previa a la Guerra de Secesión, con el fin de que estudiantes blancos de la facultad de medicina estudiaran anatomía.
La repercusión negativa no se hizo esperar, recuerda hoy Cody Stanford, casi dos décadas después.
"Me enfrenté a una gran resistencia y se me acusó de 'sacar los trapitos al sol'", recuerda Cody Stanford. "Desde ese momento en adelante, todos los días me atacaban en clase. Se publicó un boletín anónimo en el que se hablaba de mis rasgos afroamericanos distintivos: el tamaño de mi nariz, el ancho de mi trasero, el contraste entre mis dientes y el color de mi piel. Ni el cuerpo docente ni el personal de la universidad me brindaron apoyo en ese momento".
Según cuenta, esa experiencia puso de manifiesto la brutal realidad de dedicarse a la medicina siendo afroamericana, una realidad que aún hoy sigue enfrentando, en su calidad de directora de equidad en la División de Endocrinología del Massachusetts General Hospital.
Una conferencia sin precedentes
Cody Stanford estuvo entre las panelistas de la conferencia inaugural Black Women in Medicine, organizada por la Massachusetts Medical Society, que reunió a distintos referentes para entablar relaciones y compartir experiencias relativas al racismo, tanto en el ámbito académico de la medicina como en el del cuidado de la salud.
"Contribuir a la concreción de la conferencia Black Women in Medicine no solo fue un honor y un privilegio para la Massachusetts Medical Society", dice la Dra. Carole E. Allen, presidenta de la Massachusetts Medical Society.
También fue un paso importante hacia el cumplimiento de nuestro objetivo, el de asumir, abordar y corregir las desigualdades que desde hace tanto tiempo dañan a los pacientes y al personal médico, especialmente a las médicas afroamericanas.
La conferencia es parte de una amplia iniciativa antirracismo impulsada por la sociedad médica, y organizada conjuntamente con la directora de Diva Docs Boston, la Dra. Philomena Asante de Boston University Student Health Services, y la Dra. Simone Wildes del South Shore Medical Center, presidenta de la sociedad médica Committee on Diversity in Medicine.
"Los investigadores han descubierto que los obstáculos que enfrentan las médicas afroamericanas son singulares debido a su doble condición de mujeres e integrantes de la población afroamericana, por lo que las iniciativas enfocadas exclusivamente en la diversidad de género y en la inclusión son deficientes para abordar esta dinámica interpersonal e institucional", dice Asante. "También sabemos que cuando las médicas afroamericanas abandonan la medicina, lo hacen porque no se sienten valoradas ni apoyadas, o porque no tienen sensación de pertenencia en la institución en la que se desempeñan. Teniendo esto en cuenta, creamos una conferencia orientada a abordar algunas de las distintivas amenazas que impiden a las médicas afroamericanas progresar en el ámbito de la medicina".
Empoderamiento y conexiones profesionales
La conferencia incluyó paneles sobre cómo lidiar con agresiones a pequeña y gran escala, conducirse en entornos laborales hostiles o poco equitativos, actuar en defensa de una colega cuando la maltratan y saber defenderse, y generar presencia en los medios de comunicación.
"Este tipo de conversaciones francas no se generan entre mentores y pupilos en el típico ámbito laboral donde se desarrolla la profesión, pero permiten desarrollar aptitudes importantes que las médicas afroamericanas necesitan para tener éxito, no solo sobrevivir, en el mundo de la medicina", dice Asante.
Los prejuicios se pueden apreciar en la falta de representación dentro del ámbito de la medicina: un artículo publicado en Lancet bajo el título "Superhuman, but never enough: Black women in medicine", destaca que en los EE. UU., hay solo cinco mujeres que dirigen departamentos de obstetricia y ginecología, lo cual contrasta con los 77 hombres blancos que desempeñan el mismo cargo y marca, a su vez, una discrepancia particularmente perturbadora, dado el alto índice de mortalidad materna entre las mujeres afroamericanas.
Y aunque muchas instituciones, médicas y de otro tipo, están creando más posiciones enfocadas en la diversidad, la equidad y la inclusión, las personas que ocupan esas posiciones no tienen el suficiente poder para generar cambios definitivos, dicen los panelistas.
Abordar los obstáculos exigirá un mayor enfoque en cambios sistémicos y una mayor cantidad de aliados que no sean personas de color, dicen los participantes.
A nivel individual, los panelistas hicieron hincapié en la importancia de tener un sólido entorno de apoyo, además de tener un continuo sentimiento interno de poder.
"A menudo, tendemos a estar excesivamente preparadas para una determinada posición, pero la gente no ve nuestras credenciales y aptitudes", dice Dani Monroe, presidenta de CenterFocus International, Inc. y ex vicepresidenta y directora de diversidad de Mass General Brigham. "En mi caso personal, el método que empleé para que esos obstáculos no me afectaran fue no prestarles demasiada atención, comprender cuál era mi verdadero poder y cuáles eran mis conocimientos, la dirección en la que quería avanzar, y partir desde una posición de poder, no desde una perspectiva de deficiencia".
"En cada lugar al que llegué, siempre asumí que me correspondía estar allí", continúa diciendo.
La Dra. Adaira Landry, profesora adjunta de medicina de emergencia en la Facultad de Medicina de Harvard, enfatizó la importancia de entablar conexiones profesionales y ampliar los grupos de apoyo, y añadió: "Algunas de las personas más exitosas que conozco son también las que más conexiones tienen".
Las sesiones para pequeños grupos orientadas a generar conexiones que se ofrecieron durante la conferencia sirvieron para que los participantes se conectaran entre sí, destaca Asante.
"Queríamos que las participantes pudieran conversar libremente, no solo sobre el aislamiento a nivel personal y profesional que muchas sienten en las instituciones en las que predominan los blancos, sino también sobre maneras de combatirlo", dice. "Queremos sentar las bases para una comunidad nacional de médicas afroamericanas y generar una sensación de pertenencia".
La necesidad de apoyo
Wildes, una de las organizadoras del evento y participante en el panel Call to Action: Supporting Trainees Underrepresented in Medicine (Momento de actuar: apoyo a los estudiantes de medicina carentes de representación), sugirió fomentar relaciones con un grupo de mentores que refleje la diversidad y en el que cada uno de esos mentores tenga una función irremplazable.
Añadió que el hecho de ejercer como médica especialista en enfermedades infecciosas durante la pandemia puso de manifiesto la importancia de contar con una amplia estructura de apoyo.
"No podemos hacer esto sin ayuda, no podemos estudiar en la Facultad de Medicina sin ayuda, no podemos vivir nuestra vida sin ayuda", dice.
Contar con referentes en la comunidad, la familia y el ámbito religioso, además de tener compañeros de estudio, nos ayuda a pasar por este proceso en compañía.
FOTOS DE LA Dra. SIMONE WILDES Y LA Dra. ASANTE DE FAITH NINIVAGGI, FOTO DE LA Dra. FATIMA CODY STANFORD, CORTESÍA DE MASSACHUSETTS GENERAL HOSPITAL