6 de abril de 2020
La búsqueda de tratamientos contra el coronavirus
Desde la década de 1970, se han descubiertomuchas enfermedades infecciosas, entre ellas el SARS, el VIH, el ébola, la gripe porcina, el zika y, más recientemente, el COVID-19.
En la lucha encarnizada contra las infecciones mortales, las vacunas, que protegen contra los virus, y los medicamentos antivirales, los cuales reducen la capacidad del virus para reproducirse, han sido un arma clave.
Para combatir al COVID-19, un virus que ha atacado a casi un millón de personas en el mundo, los investigadores están enfocados en estos dos recursos y creen que a fin de este año o en el próximo año se probarán posibles vacunas luego de completar un cronograma de producción. Y están trabajando contra reloj para desarrollar o readaptar medicamentos antivirales, los cuales podrían usarse mucho más rápido.
"Muchas personas están llevando a cabo una investigación sobre los medicamentos antivirales, la cual conlleva tanto el análisis de viejos compuestos como el estudio de nuevas maneras de combatir al virus", dijo el Dr. Robert Finberg, presidente del Departamento de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts. "Parte de la investigación sobre los medicamentos antivirales se centra en tomar pequeños compuestos y analizar si pueden repercutir sobre la capacidad del virus de reproducirse. Algunos están diseñados para incidir sobre la manera en la que el virus infecta a la célula. Otros se han utilizado para combatir diferentes virus y los investigadores analizan su efecto sobre el COVID-19".
¿Qué son los medicamentos antivirales?
Las infecciones son causadas por bacterias, que son organismos independientes, o por virus, los cuales solo se pueden multiplicar dentro de un organismo huésped. Los antibióticos actúan directamente sobre las bacterias para inhabilitarlas mientras que los medicamentos antivirales actúan sobre la forma en la que los virus interactúan con las células humanas para reducir la reproducción y propagación viral.
Si bien los antibióticos se desarrollaron para un uso masivo a fines de la década de 1930, los tratamientos con medicamentos antivirales son un desarrollo mucho más reciente, cuyo uso médico no se implementó hasta la década de 1960.
Muchos medicamentos antivirales interfieren con la infección viral bloqueando ciertos puntos del ciclo de reproducción del virus, como por ejemplo, los inhibidores de proteasa para el VIH.
Algunos medicamentos antivirales evitan que el virus salga de una célula para infectar a otras, con lo cual delimitan la infección a un área más pequeña, lo que reduce la gravedad de la enfermedad y permite al sistema inmunológico eliminar más fácilmente al virus. Los antivirales, como por ejemplo el Tamiflu, tratan la influenza siguiendo este proceso.
Otros, actúan estimulando al sistema inmunológico para que detecte y destruya fácilmente las células infectadas, tal como lo hace el interferón con la hepatitis C.
¿Cómo se desarrollan los medicamentos antivirales?
Diseñar de manera segura y eficaz los medicamentos antivirales conlleva desafíos desalentadores, incluyendo la innegable realidad de que los virus usan las células huésped para reproducirse, lo cual dificulta la desactivación del virus sin dañar las células.
El desarrollo de los medicamentos antivirales sigue las pautas de la FDA establecidas para cualquier tipo de pruebas de medicamentos: una vez que los investigadores encuentran una droga prometedora, comienzan el experimento para evaluar cada uno de los aspectos, incluyendo la mejor dosis, la manera más eficaz de administrar el fármaco y los posibles efectos secundarios. Si pasa la fase preclínica, se comienzan los ensayos en humanos, los cuales constan de cuatro partes. La fase I puede tener una duración de varios meses y en ella se busca determinar cuál es la máxima dosis tolerable, en la fase II se estudian la eficacia y los efectos secundarios durante un período de dos años, y en la fase III se estudia a una gran cantidad de participantes durante un período máximo de cuatro años y, por lo general, se prueba el medicamento en contraposición con un placebo. En la fase IV se examina el medicamento poscomercialización, es decir, luego de haber sido lanzado al mercado.
Sin embargo, en situaciones de suma urgencia, como epidemias y pandemias, la FDA agiliza esos procesos. La Administración acaba de anunciar el Programa de aceleración del tratamiento contra el coronavirus, el cual garantiza rápidas respuestas de la FDA y promete el uso de "cada método disponible para que los pacientes tengan nuevos tratamientos lo antes posible".
Usar medicamentos antivirales que ya han pasado por el proceso de aprobación para tratar otras enfermedades, como por ejemplo, el VIH o el ébola, también puede agilizar considerablemente el proceso de prueba. La autorización de la FDA para el nuevo uso puede emitirse en semanas, y los médicos pueden recetar esos medicamentos que ya se han producido a una gran escala.
"Los inhibidores de la proteasa para el VIH no funcionaron con el COVID-19, pero hay otros compuestos que actúan contra los virus, como el de la gripe y el del ébola, pero no sabemos cómo podrían actuar en el caso del coronavirus", dijo Finberg. "Aún no se ha podido comprobar la acción de ninguno".
¿Cuál es la acción de los medicamentos antivirales sobre el COVID-19?
Como se sabe muy poco acerca del nuevo coronavirus, los investigadores están en la fase de prueba y error orientada al descubrimiento y a la aplicación de medicamentos antivirales.
"Las respuestas son variadas, ya que hay investigadores que están trabajando para descubrir cómo bloquear la entrada viral y otros que están buscando la manera de regular la respuesta del huésped", dijo el Dr. Scott Podolsky, profesor de Salud mundial y Medicina social en la Facultad de Medicina de Harvard. También están trabajando para reincorporar los medicamentos antivirales que se estudiaron para virus como el SARS".
SARS-CoVID-1, el causante de la pandemia de SARS en 2003, un coronavirus asociado, comparte el 79 % de su ARN con el SARS-CoVID-2, el agente causante del COVID-19.
Algunos medicamentos contra la malaria, como por ejemplo, la cloroquina y la hidroxicloroquina, se están considerando como posibles para tratar el COVID-19. Actualmente, estos medicamentos genéricos se usan para tratar enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide y el lupus, además de la malaria. La FDA ha emitido una autorización de emergencia para usar estos fármacos en el tratamiento contra el COVID 19, e indicó que solo se usen a corto plazo y durante la internación de pacientes que estén gravemente enfermos, ya que estos medicamentos también pueden causar graves efectos secundarios conocidos por todos. Los grupos de investigación, incluyendo uno en la Universidad de Minnesota, ahora estudian si son efectivos para tratar a pacientes con el nuevo coronavirus.
"Los inhibidores de la proteasa para el VIH no funcionaron con el COVID-19, pero hay otros compuestos que actúan contra los virus, como el de la gripe y el del ébola, pero no sabemos cómo podrían actuar en el caso del coronavirus", dijo Finberg. "Nadie ha probado estos compuestos en ensayos con humanos".
La compañía farmacéutica Gilead Sciences, con sede en California, ampliará el acceso a su fármaco antiviral remdesivir, anteriormente usado para tratar el ébola, para que se use de manera experimental en el tratamiento contra el coronavirus. En una carta abierta del 28 de marzo, el presidente y CEO de Gilead, Daniel O'Day, dijo que la compañía estaba trabajando a "una velocidad sin precedentes" para inscribir a las personas en ensayos clínicos. El medicamento se ha administrado a más de 1,000 pacientes gravemente enfermos de COVID-19 en calidad de fármaco de uso compasivo.
"Gracias a un mayor acceso, los hospitales o los médicos pueden solicitar el uso de emergencia del remdesivir en múltiples pacientes a la vez que estén gravemente enfermos", dice la carta. "Si bien tomará un poco de tiempo desarrollar una red de centros activos, este enfoque acelerará a la postre el acceso de emergencia para más personas".
Podolsky dijo que es lógico probar todas estas opciones mientras los científicos y las compañías de biotecnología reúnen información para encontrar el camino más rápido hacia las soluciones.
"Hay muchísima gente enferma en este momento, que necesita tratamiento", dijo. "Ante la inexistencia de una píldora mágica obvia, lo apropiado es probar múltiples posibilidades".
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FOTOS DEL Dr. ROBERT FINBERG Y DEL Dr. SCOTT PODOLSKY POR FAITH NINIVAGGI