El centro de la innovación en el cuidado de la salud

El Dr. Jamie Colbert, internista y director médico sénior de Analítica e innovación en el sistema de prestación de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts, inicia hoy una nueva serie en la que analiza los desafíos y el potencial de la atención médica en Massachusetts.

El sistema de cuidado de la salud estadounidense se enfrenta a tremendos desafíos. Aproximadamente 1 de cada 8 estadounidenses carece de seguro médico. Incluso aquellos que tienen seguro suelen pasar dificultades para pagar sus medicamentos recetados y otros servicios relacionados, y pueden sentirse abrumados por las deudas que genera la atención médica.

Sin embargo, en Massachusetts, más del 97 por ciento de los residentes tienen seguro, y esto representa el índice de asegurados más alto del país. Cada año, desde el 2010, Massachusetts ha superado el promedio nacional en cuanto a restringir el incremento de los costos. En lo relativo a índices de mortalidad, obesidad de adultos, fumadores, suicidios y mortalidad infantil, este estado se ubica entre los mejores posicionados a nivel de la salud pública.

¿A qué se debe esto?

Una de las taras que involucra mi trabajo es analizar esa pregunta. Me reúno con médicos, personal de enfermería y directores del área clínica de todo Massachusetts, que tienen un gran talento y una profunda vocación, y que hacen todo lo posible para encontrar el mejor modo de brindar a sus pacientes un cuidado asequible de la mejor calidad. En mayor o menor medida, trabajan incansablemente para mejorar el sistema de atención médica

Los exámenes de laboratorio como ejemplo.

Los médicos de atención primaria suelen ordenar exámenes de laboratorio de rutina para personas saludables, pero los estudios sobre el tema demuestran que estos exámenes no redundan en beneficios clínicos. Por ejemplo, los médicos de atención primaria suelen pedir un examen de laboratorio para controlar los niveles de vitamina D, pero no existen datos que evidencien una conexión entre las pruebas de detección masivas para detectar deficiencia de vitamina D y mejoras en la salud de los pacientes. De hecho, la American Society for Clinical Pathology, una organización nacional que supervisa la ciencia detrás de los exámenes de laboratorio, recomienda que no se hagan exámenes de laboratorio de rutina para controlar la vitamina D. Tal vez los médicos crean que casi no hay consecuencias por pedir ese tipo de prueba, pero sí las hay: si dicha prueba arroja un resultado anormal, podría causar en los pacientes ansiedad, lo cual deriva en más exámenes de laboratorio y representa una carga financiera para los pacientes, quienes, con frecuencia, deben pagar esos exámenes de su bolsillo.

Hace dos años, la Mount Auburn Cambridge Independent Practice Organization comenzó a buscar maneras de mejorar este sistema. Analizaron los datos que Blue Cross había proporcionado y luego implementaron un programa educativo para capacitar a los médicos de atención primaria en exámenes de laboratorio. Compartieron los datos basados en la evidencia sobre los exámenes comunes de laboratorio y presentaron documentación que mostraba que este tipo de exámenes debían solicitarse para pacientes con factores de riesgo o síntomas específicos y no ordenarse para todo el mundo. Como resultado de esta labor, hemos comprobado una disminución en los pedidos de ciertos exámenes de laboratorio sobre los cuales no hay evidencia de beneficio para los pacientes desde el punto de vista clínico, y hemos comprobado también una reducción de más de un 40 % en la tasa de utilización del examen de laboratorio orientado a detectar el nivel de vitamina D. Esta medida no solo derivó en un mejor cuidado, sino que también le ahorró dinero a los pacientes, ya que cada examen de vitamina D cuesta $50 o más.

Servicio de atención adecuada a un menor costo

Al otro lado del río Charles, la Boston Accountable Care Organization, que comprende el Boston Medical Center y sus consultorios afiliados, está abordando un problema diferente que incide directamente sobre los gastos de bolsillo de los pacientes. Descubrieron que, algunas veces, los pacientes con dolencias leves o con problemas no agudos buscaban atención médica en el departamento de emergencias de BMC. Este departamento está equipado para atender emergencias médicas y a pacientes con afecciones potencialmente mortales. Pero los pacientes con afecciones menos agudas obtienen un cuidado más adecuado en un consultorio de atención primaria o en otro centro médico donde pueden acceder a un tratamiento apropiado por un costo mucho más bajo. En consecuencia, la organización ha implementado varios programas, incluyendo la ampliación del horario del consultorio de atención primaria y la información orientada a pacientes sobre las otras opciones a través de los monitores de la sala de espera y llamadas telefónicas. Blue Cross se ha asociado con BACO para llevar un control trimestral de la utilización del servicio del departamento de emergencia y conocer a cuántos pacientes con dolencias leves se atiende en dicho departamento, a fin de contactar con esos pacientes para brindarles información y educación. Esto es un beneficio para los pacientes, ya que pueden recibir la atención que necesitan en el centro médico adecuado y disfrutar de mayor comodidad a un costo mucho más bajo.

Control de la presión arterial

En la costa sur, la South Shore Physician Hospital Organization ha aprovechado con éxito la ventaja del control de presión arterial para reducir los casos de accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas. Primero, crearon una sencilla "hoja de consejos", a fin de recordarle al personal del consultorio cómo es la técnica adecuada para obtener una lectura precisa de la presión arterial. Por ejemplo, si un paciente tiene sus piernas colgando a un lado de la camilla de examinación, eso puede aumentar artificialmente la lectura de la presión arterial. La mejor manera de tomar la presión arterial es tener al paciente sentado con sus pies cómodamente apoyados en el suelo. Segundo, implementaron en cada consultorio un proceso estandarizado orientado a abordar la falta de control de la presión arterial, incluyendo un plan documentado de mejora y la programación de citas de seguimiento para los pacientes, a fin de verificar si el plan derivaba en un mayor control de la presión sanguínea. También trabajaron con su equipo de tecnología de la información (IT) para crear un informe diario a partir del expediente médico electrónico de los pacientes que no controlaban su presión arterial. Esta lista es controlada por un supervisor del Departamento de Enfermería, quien corrobora la información para asegurarse de que esos pacientes estén recibiendo la atención adecuada. Estas medidas han dado resultados magníficos: el porcentaje de pacientes con hipertensión bajo control ha aumentado nueve puntos tan solo desde el inicio de este año.

Esto no pasa solo en la costa sur. Durante la década pasada hemos visto un incremento considerable en el porcentaje de miembros de Blue Cross con los valores de presión arterial bajo control: un aumento de 72 % a 84 % entre 2010 y 2017. Esto es el resultado del incansable trabajo de muchos hospitales y consultorios médicos enfocados en mejorar la salud de los pacientes.

Innovación gratificante

Si bien las organizaciones son diversas, hay algo que tienen en común: todas participan en el modelo de pago de Blue Cross, Alternative Quality Contract, el cual ya tiene una década de antigüedad. El AQC transformó nuestro anticuado sistema en el que se pagaba a los médicos siguiendo un esquema de pago por servicio relativo a consultas, análisis y admisiones hospitalarias, y dio lugar a un sistema basado en la atención de calidad, los resultados de salud y la satisfacción de los pacientes.

Con el apoyo de Blue Cross, los médicos son recompensados por mejorar la calidad en el cuidado de la salud y por mantener bajo control el aumento de costos en la atención médica. Un estudio reciente publicado en el New England Journal of Medicine arrojó que el programa Alternative Quality Contract permitió ahorrar un 12 % en costos de atención de la salud en comparación con un grupo de control similar.

Esto, sin dudas, representa mucho más trabajo. Nos enfrentamos a obstáculos tremendos en la atención de la salud, tanto en nuestro país como en nuestras comunidades. Nuestros obstáculos solo son contrarrestados por el gran compromiso que nuestra comunidad médica ha asumido para mejorar la atención médica y lograr que sea más asequible.