18 de mayo de 2020
Héroes en primera línea: Dr. Raghuveer Rakasi
En todo el mundo, los proveedores de cuidado de la salud están en el área de mayor exposición de la batalla contra el coronavirus.
Muchos están luchando no solo por tratar una enfermedad sin tratamiento conocido, ante la cual ningún ser humano tiene inmunidad natural. También se están enfrentando a una falta global sin precedentes de mascarillas, batas y guantes (equipos de protección personal). Esos equipos son esenciales para evitar que los trabajadores de la atención médica se contagien y contagien el virus a los pacientes y a sus propias familias.
Los médicos y otros trabajadores hospitalarios tienen que trabajar muchas horas, noches y fines de semanas, lejos de sus familias. Pero nunca en la vida tuvieron que poner su propia salud y la salud de sus seres queridos en un riesgo tan grande.
En Coverage, estamos ofreciendo a los médicos, personal de enfermería, auxiliares de enfermería, auxiliares médicos y otros trabajadores hospitalarios de Massachusetts una oportunidad de hablar con ustedes, nuestros lectores, con sus propias palabras. Les pedimos que compartieran sus lecciones y mensajes más simples y urgentes al enfrentar este nuevo virus sin vacuna ni cura, un virus vulnerable solo ante la valentía, inventiva y compasión de los seres humanos.
Cuando apareció la pandemia de COVID-19, los médicos del servicio de internación que tratan a los pacientes con COVID (o especialistas en COVID) en mi organización sabían que nuestra comunidad nos necesitaría más que nunca. Nos sumergimos en algo sin saber la profundidad y siendo conscientes de que habría muertes entre nosotros. Asumimos nuevos roles, enfrentamos nuevos desafíos, aprendiendo cosas todos los días y evolucionando a cada paso. Tuvimos que cambiar la forma de practicar medicina, buscando nuevas formas de tratar a los pacientes, y protegiendo a los trabajadores al limitar la exposición a los pacientes y dando prioridad a las investigaciones. Cuidamos de pacientes que se sentían desamparados ya que sus familias no podían estar cerca durante sus momentos más difíciles. Pasamos más tiempo manteniendo informada a la familia. Afortunadamente, nuestra administración pudo proporcionar equipos de protección personal adecuados a tiempo y nos respaldó de todas las formas posibles.
No solo en el trabajo, sino que la vida también había cambiado completamente incluso en casa. Aterrado de llevar la enfermedad a casa, restructuramos nuestras prácticas de descontaminación diarias. Comencé a dormir por separado, manteniendo medidas de cuarentena específicas. No he podido besar a mi hijo de 2 años de edad desde hace ya dos meses.
Creo firmemente que esto es solo el comienzo, y que vamos a vivir con esto durante mucho tiempo. Nos tenemos que adaptar a una nueva normalidad. Debemos estar preparados para que esto llegue por olas. Más allá de las posiciones políticas, debemos mantenernos unidos a seis pies de distancia, con una mascarilla que cubra nuestros rostros valientes y lavarnos con frecuencia nuestras manos que prestan ayuda para superar estos momentos de incertidumbre.
- Dr. Raghuveer Rakasi
Especialista en COVID
Medicina hospitalaria
Baystate Medical Center
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