13 de agosto de 2019
"Hágase una prueba de detección de cáncer de colon": dos jóvenes sobrevivientes de cáncer colorrectal comparten sus historias
Hace seis años, a los 34, el hombre de Sudbury, Massachusetts, estaba en excelente forma. Hacía ejercicio de cuatro a cinco veces por semana, comía bien y estima que su grasa corporal era de un solo dígito.
Sin embargo, de vez en cuando, Herting notaba algo malo: sangre coagulada en sus heces.
"No tenía idea de que esto podría ser cáncer, ni siquiera se me pasó por la cabeza", recuerda. "Simplemente noté algo que se suponía que no debía estar allí".
Herting dice que no tenía dolor, ni otros problemas con su tracto digestivo, pero decidió comentárselo a un amigo que era médico.
El médico le recomendó ver a un gastroenterólogo, un médico que se especializa en el tracto digestivo y el hígado.
Le diagnosticaron cáncer de colon.
Una tendencia alarmante
Según la American Cancer Society (Sociedad Estadounidense del Cáncer), el cáncer colorrectal es la tercera causa principal de muerte por cáncer entre hombres y mujeres en EE. UU. La sociedad estima que se diagnosticarán más de 101,000 nuevos casos de cáncer y que 51,000 personas morirán a causa de la enfermedad en 2019.
"El mito número 1 sobre el cáncer de colon es que es una enfermedad de personas mayores", dijo la Dra. Ronit Yarden, directora médica de Colorrectal Cancer Alliance en Washington D.C.
Investigaciones recientes de la American Cancer Society han mostrado una tendencia alarmante: un aumento en la cantidad de personas más jóvenes diagnosticadas con la enfermedad, incluso cuando la tasa general de cáncer colorrectal está disminuyendo. Los nacidos en 1990 tienen el doble de riesgo de cáncer de colon y el cuádruple de riesgo de cáncer de recto en comparación con las personas nacidas alrededor de 1950, cuando el riesgo era más bajo.
Si bien los expertos no pueden identificar una causa, "hay algunas pistas que la comunidad médica está investigando", dice Yarden, "cambios en el microbioma intestinal, el estilo de vida y las exposiciones ambientales; aún no lo sabemos, pero sospecho que descubriremos que es una combinación de estos factores y la genética".
La detección temprana es crucial
Si bien las personas con un riesgo promedio de cáncer de colon deben hacerse una prueba de detección de cáncer colorrectal a los 50, cualquier persona con síntomas preocupantes debe buscar atención médica de inmediato.
Hay varias formas de detectar el cáncer, pero "la regla de oro actual", según Yarden, es una colonoscopia, un procedimiento en el que se usa una pequeña cámara para buscar anomalías en el recto y el colon. Durante el procedimiento, se eliminan los pólipos, algunos de los cuales pueden ser precancerosos.
Para aquellas personas reacias a someterse a colonoscopias, existen otros métodos de detección comprobados que los médicos pueden usar para buscar evidencia de cáncer colorrectal en las muestras de heces.
El cáncer colorrectal se puede curar si se detecta a tiempo, pero la tasa de supervivencia de cinco años cae al 14 por ciento una vez que el cáncer se disemina a otros órganos, dijo Yarden.
En general, informa la American Cancer Society, la tasa a la que se diagnostican nuevos casos de cáncer de colon y recto ha disminuido en EE. UU., en gran parte debido a las pruebas que detectan antes el cáncer de colon o recto.
Las personas con antecedentes familiares de cáncer colorrectal deben hacerse la prueba una década antes de la edad a la que se le diagnosticó la enfermedad a su familiar.
Síntomas y signos de advertencia
Los posibles signos y síntomas del cáncer colorrectal pueden incluir:
Anemia | Sangrado rectal, heces oscuras o negras | Cambio en los hábitos intestinales |
Diarrea y/o estreñimiento | Estrechamiento de las heces | Molestias abdominales persistentes (dolor, calambres, gases, sensación de hinchazón) |
Pérdida de peso inexplicable | Debilidad o fatiga | Náuseas o vómitos |
Entre esos estaban los síntomas que Tamara Barber (en la foto de arriba) notó en 2013.
A los 35 años, Barber, también de Sudbury, "era la típica mamá trabajadora ocupada y multitarea" después de dar a luz a su tercer hijo. Al igual que Herting, comía bien, era activa y no tenía sobrepeso.
Tenía calambres abdominales que pensó que se debían a que su cuerpo se estaba reacomodando después del parto. También notó sangre en las heces, pero pensó que se debía a las hemorroides. Dieciocho meses después de notar los primeros síntomas, Tamara vio a un gastroenterólogo que le diagnosticó cáncer de colon.
La conciencia y la educación salvan vidas
Han pasado seis años desde que tanto Barber como Herting fueron diagnosticados. A medida que aumentan las tasas de cáncer de colon entre los adultos jóvenes, quieren asegurarse de que sus pares estén al tanto de la peligrosa tendencia, incluso cuando las causas siguen sin estar claras.
"Eso es lo que da miedo", dijo Barber, quien recibió tratamiento en el Dana Farber Cancer Institute. "Los especialistas de uno de los principales centros oncológicos del país aún tienen que identificar qué está impulsando esta tendencia".
"No solo los pacientes deben estar al tanto de esta tendencia reciente, la comunidad médica también debe estarlo", dijo Yarden. "Los médicos de atención primaria, los miembros especializados del personal de enfermería y otros deben estar informados acerca de esta tendencia del cáncer colorrectal en las personas más jóvenes".
Herting ya no tiene cáncer, está casado y es padre de un bebé y de un enérgico niño pequeño. Pero dice que todavía siente los efectos de la cirugía y la quimioterapia que fueron necesarias para tratar su cáncer.
Barber fue declarada libre de cáncer después de la cirugía para extirpar el 20 por ciento de su colon y la quimioterapia. Pero casi cuatro años después de que completó el tratamiento, una tomografía computarizada reveló un pequeño tumor en la pelvis. Acaba de terminar la terapia con radiación, más cirugías y quimioterapia adicional.
"Si algo anda mal con su cuerpo, tiene que hacerse tiempo para una revisión", dijo Barber. "No espere 18 meses como yo".
FOTO POR STEPHANIE PAULOVICH