5 de agosto de 2020
Datos sobre las mascarillas
Las mascarillas son uno de los recursos más eficaces contra la propagación del COVID-19 según los científicos y los médicos. Aun así, persisten la confusión y los mitos sobre cuán útiles y seguras son.
En los últimos meses, nuevas investigaciones demostraron cuán bien funcionan las mascarillas, si son un riesgo para la salud y cómo deben usarse.
¿La conclusión?
"Las mascarillas son fundamentales para nuestro éxito en lo que respecta a suprimir el COVID y limitar el impacto de la pandemia", afirma el Dr. Ashley Yeats, quien se desempeñó como médico de sala de emergencia y vicepresidente de Operaciones de Atención Médica de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts. "Además de lavarnos las manos, evitar tocarnos la cara con las manos y mantener el distanciamiento físico, es una de las medidas más importantes que podemos tomar".
¿Las mascarillas salvan vidas?
Claramente, sí. Un modelo del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la University of Washington muestra que las mascarillas pudieron prevenir entre 17,742 y 28,030 muertes en todo Estados Unidos entre julio y octubre.
De hecho, implementar su uso obligatorio con mayor antelación podría haber prevenido miles de muertes según un análisis estadístico del Massachusetts Institute of Technology y de la Vancouver School of Economics de la Columbia Británica. El análisis concluye que se podrían haber salvado 40,000 vidas en dos meses si se les exigía a los empleados de empresas con atención al público que usaran mascarillas, siempre y cuando lo hicieran, desde el 1 de abril.
¿Cómo reducen el riesgo las mascarillas?
"Resultó obvio muy rápidamente que las mascarillas reducen el riesgo de transmisión viral", comenta Yeats. "Hay cada vez más evidencia científica que lo avala".
Toser, estornudar e incluso hablar genera gotitas respiratorias diminutas, y a menudo imperceptibles, que se originan en la boca y la nariz. Usar una mascarilla restringe el alcance de estas gotitas respiratorias. Un ensayo de junio publicado en la revista Physics of Fluids explica que la tos puede hacer que las gotitas respiratorias sean expulsadas a 12 pies en aproximadamente 50 segundos. Con una mascarilla de algodón casera bien ajustada compuesta de varias capas, esas gotitas respiratorias solo lograron recorrer aproximadamente 2.5 pulgadas.
Un estudio de mayo publicado en el New England Journal of Medicine usó un video a alta velocidad que mostraba cómo se generaban cientos de gotitas respiratorias desde la boca al decir una frase sencilla, pero que la mayoría de estas gotitas eran bloqueadas al cubrirse con una toalla pequeña. Un estudio de abril publicado en Nature Medicine demostró que las mascarillas quirúrgicas reducían drásticamente la transmisión de gotitas respiratorias provocadas por el resfriado y la gripe.
Vea cómo las mascarillas reducen el riesgo
¿Pueden las mascarillas reducir los niveles de oxígeno?
"No se produce ningún tipo de reducción en los niveles de oxígeno al colocarse una mascarilla común o una mascarilla N95. El oxígeno presente en el aire ingresa en la misma concentración que al respirar sin mascarilla", afirma Yeats, aunque también mencionó que algunas de las personas que las usan pueden experimentar sensaciones de claustrofobia.
Un reciente análisis exhaustivo de la Brigham Young University afirma que todas las personas pueden usar las mascarillas de forma segura y confortable, excepto quienes no pueden quitársela sin ayuda, como las personas inconscientes o los niños menores de 2 años, o aquellas con ciertas afecciones agudas preexistentes.
Muchos de los argumentos contra el uso de mascarillas se centran en los bajos niveles de oxígeno y el exceso de dióxido de carbono. Sin embargo, los únicos casos documentados de estos inconvenientes se registraron en pacientes con afecciones agudas como enfermedad pulmonar obstructiva crónica o enfermedad renal en etapa terminal, quienes pueden tener dificultad para respirar al usar una mascarilla N95 por períodos prolongados.
¿Cómo deben usarse las mascarillas?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan a las personas que se laven las manos antes de ponerse la mascarilla. Debe colocarse sobre la nariz y la boca antes de acomodarla por debajo del mentón. La mascarilla debe ajustarse perfectamente al rostro sin dificultar la respiración. Usar la mascarilla por debajo del mentón, o sobre la boca sin que cubra la nariz, no ayudará a prevenir la propagación viral.
"Una mascarilla colocada solo sobre la boca no lo protege ni a usted ni a los demás. El uso más eficaz de las mascarillas es aquel que permite que se ajusten perfectamente a sus mejillas y nariz", comenta Yeats. "Las mascarillas que parecen un pañal caído no sirven para nada".
Quitarse la mascarilla con cuidado también es importante; los CDC recomiendan desatar las cuerdas o estirar las bandas para las orejas, y luego manipularla únicamente desde el material detrás de las orejas. Procure no tocarse los ojos, la nariz ni la boca al quitársela.
Para obtener más información sobre cómo usar una mascarilla de forma segura, visite: https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/prevent-getting-sick/how-to-wear-cloth-face-coverings.html
Consejos sobre cómo hacer sus propias mascarillas
FOTO DEL Dr. ASHLEY YEATS POR MICHAEL GRIMMETT, VIDEOS POR STEPHANIE PAULOVICH