Los expertos ofrecen su ayuda mientras los federales informan un aumento de suicidios

La cantidad de niños, adolescentes y adultos jóvenes que se suicidan se aceleró a un ritmo trágico en la última década según datos publicados por el gobierno este mes y ahora es la segunda causa principal de muerte de personas entre 10 y 24 años de edad, después de los accidentes y antes de los homicidios.

De 2007 a 2017, la tasa de suicidio entre los estadounidenses de 10 a 24 años aumentó un asombroso 56 % de 6.8 muertes cada 100,000 personas a 10.6 muertes cada 100,000, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los Centros para el Control de Enfermedades. El informe señala que el ritmo de aumento del suicidio fue casi el doble de 2013 a 2017 (7 % anual, en promedio) que de 2007 a 2013 (3 % anual).

Una tendencia misteriosa y trágica

"Todo lo que escucho de los jóvenes y los padres indica que hay más casos de suicidio de los que pueden recordar", dijo el Dr. Dan Reidenberg, director ejecutivo de Suicide Awareness Voices of Education, o SAVE, una organización que se dedica a prevenir el suicidio a través de la educación y la concientización públicas, reduciendo el estigma y sirviendo como un recurso para aquellos afectados por el suicidio.

"No creo que nadie sepa realmente qué hay detrás de este aumento", dijo Reidenberg, quien también es director gerente del National Council for Suicide Prevention. "Es probable que sea una combinación de diferentes problemas: la recesión, la falta de acceso a la medicación adecuada, el aumento en el uso de las redes sociales y la violencia en el entretenimiento".

El Dr. Ken Duckworth, director médico de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts, está de acuerdo en que las razones por las que las personas se quitan la vida son difíciles de conocer, pero señala que el aumento documentado en el informe de los CDC coincide con el aumento explosivo en el uso de las redes sociales.

Las redes sociales no ofrecen apoyo a los jóvenes deprimidos, señaló el Dr. Reidenberg de SAVE.

"La depresión va en aumento entre los jóvenes y no tienen los mecanismos de afrontamiento que tienen los adultos mayores", dijo. "De hecho, cuando los jóvenes se deprimen, tienden a alejarse del único sistema de apoyo que tienen: sus pares".

¿Consecuencias no deseadas de una advertencia de medicación?

Duckworth también señaló que en 2004, la Administración de Alimentos y Medicamentos solicitó que se agregara una advertencia de "recuadro negro" a los prospectos de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o ISRS, que tratan la depresión al aumentar el nivel de serotonina en el cerebro. La advertencia indicaba que los medicamentos estaban asociados con un mayor riesgo de pensamientos, sentimientos y conductas suicidas en los jóvenes.

La advertencia tenía la intención de promover el seguimiento de los pacientes que inician el tratamiento con antidepresivos, pero puede haber tenido consecuencias no deseadas: una disminución en la prescripción de antidepresivos para los jóvenes.

"En varios estudios se encontró que después de la advertencia hubo una caída significativa en el uso de ISRS y un aumento en el suicidio", dijo Duckworth.

En un estudio publicado en el BMJ en 2014 se encontró que en el segundo año después de las advertencias, hubo cambios relativos en el uso de antidepresivos, el cual cayó un 31 % entre los adolescentes y un 24.3 % entre adultos jóvenes, y hubo un aumento simultáneo de intentos de suicidio de casi un 22 % entre adolescentes y un aumento de casi un 34 % de intentos entre adultos jóvenes.

La información del recuadro negro, dijo Duckworth, no solo advierte sobre un posible vínculo entre el medicamento y los pensamientos suicidas, sino que también insta a los médicos a monitorear de cerca a sus pacientes en busca de cambios en el comportamiento, pensamientos suicidas o empeoramiento de los síntomas.

"Una forma de monitorear de cerca a un paciente que está deprimido o tiene pensamientos suicidas es a través de terapia", dijo Duckworth. "Los medicamentos pueden ser útiles, pero las personas con problemas de salud mental deben poder hablar sobre sus problemas con un terapeuta capacitado. El acceso a los servicios de salud mental es un problema en todo nuestro país que debe abordarse".

Las 6 formas de SAVE para prevenir el suicidio

1. Tener conexiones sociales significativas

Las conexiones sociales nos ayudan a tener vidas más largas y felices. La cantidad de conexiones que tenemos no es tan importante como cuán conectados nos sentimos con otra persona.

2. Conocer las señales de advertencia, que incluyen:

• Hablar de querer morir o suicidarse

• Hablar de sentirse desesperado o no tener propósito

• Hablar de sentirse atrapado o tener un dolor insoportable

• Hablar de ser una carga para los demás

• Mayor consumo de alcohol o drogas

• Actuar ansioso, agitado o imprudentemente

• Dormir muy poco o demasiado

• Retraerse o sentirse aislado

• Mostrar rabia o hablar de buscar venganza

• Mostrar cambios de humor extremos

3. Determinar si usted o un ser querido tiene una enfermedad mental

La detección temprana de los síntomas de enfermedad mental y la búsqueda de opciones de tratamiento adecuadas para el abuso de sustancias o la enfermedad mental pueden ayudar a la mayoría de las personas a volver a vivir bien.

4. Reducir el acceso a medios letales de suicidio

Incluyendo armas de fuego y medicamentos con el potencial de causar una sobredosis.

5. Buscar ayuda

Si le preocupan sus pensamientos o sentimientos suicidas o los de otra persona, hay muchas opciones de apoyo disponibles, que incluyen:

• Línea nacional de prevención del suicidio

1-800-273-8255 (TALK)

• LÍNEA DE AYUDA de Samaritans: (877) 870-4673

6. Involucrarse con SAVE

Todo el mundo tiene un papel que desempeñar en la prevención del suicidio. Asista u organice una recaudación de fondos o un evento, o únase o inaugure una delegación de SAVE. Conozca cómo.