27 de ene. de 2023
"No pierda la esperanza", afirma una médica especialista en obesidad
Coverage se enorgullece de publicar columnas que comparten la perspectiva de médicas afroamericanas pertenecientes a la red de Diva Docs del área metropolitana de Boston. Hoy, la Dra. Chika Anekwe, médica especialista en obesidad del Massachusetts General Hospital y profesora de medicina de la Harvard Medical School, comparte sus pensamientos con la Dra. Philomena Asante, líder de Diva Docs Boston y creadora de la serie Diva Docs ganadora de los Digital Health Awards por Coverage.
Fui criada por mi mamá y mi papá, una maestra de escuela y un ingeniero. Ambos eran inmigrantes nigerianos y en nuestro hogar se valoraba profundamente la educación. Ese amor por el aprendizaje me llevó a estudiar ciencias y biología, y eventualmente a Princeton, donde me especialicé en Biología molecular.
Me decanté por la medicina en lugar de la investigación porque sentía un profundo deseo de trabajar con las personas. Como médica, puedo sentirme orgullosa y feliz por estar marcando la diferencia en la vida cotidiana de mis pacientes.
Cómo prevenir el sufrimiento
Nuestro sistema de atención médica tiende a enfocarse en tratar la enfermedad en vez de prevenirla. Yo me especializo en medicina preventiva. Eso significa no solo ayudar a las personas cuando sufren, sino también evitar que sufran en primer lugar.
Como médicos, podemos ayudar a preservar la salud, y mantener un peso saludable es un factor clave para lograrlo.
La tasa de obesidad en este país es asombrosa, superior al 40%, y muchos estadounidenses han aumentado de peso durante la pandemia. Las consecuencias para la salud son significativas.
El sobrepeso puede afectar a todos los sistemas y partes del cuerpo. Hemos identificado 195 enfermedades diferentes que se ven influenciadas por el exceso de peso, que van desde migrañas hasta enfermedades hepáticas, reflujo ácido, enfermedad cardiovascular, asma, presión arterial alta, problemas venosos, diabetes tipo 2 e incontinencia urinaria.
Además de su impacto físico, el tejido adiposo tiene efectos metabólicos y es capaz de modificar el sistema hormonal. Es posible que no responda bien a hormonas como la insulina que ayuda a mantener el nivel de azúcar en sangre de su cuerpo en un rango normal. También podría no responder a las hormonas que regulan la presión arterial. Los factores metabólicos pueden aumentar su riesgo de presentar resultados cardiovasculares adversos.
Este año hemos visto pruebas contundentes de cómo la obesidad y la desregulación metabólica pueden aumentar la inflamación, disminuir la respuesta inmunitaria e incrementar la vulnerabilidad a enfermedades como el COVID-19. La obesidad no necesariamente lo hará más propenso a contraer COVID-19, pero puede aumentar su riesgo de presentar un cuadro grave de la enfermedad, sufrir complicaciones graves e incluso morir.
También hay un efecto psicosocial significativo. Las personas tienden a perder la confianza en sí mismas cuando no están felices con su cuerpo y pueden verse limitadas en lo que pueden hacer socialmente debido al exceso de peso corporal. Esto puede provocar depresión, ansiedad, temor a pasar tiempo al aire libre y aversión a las situaciones sociales.
Cómo tratar la enfermedad
La medicina de la obesidad es una especialidad que reconoce la obesidad como una enfermedad compleja y tratable. Eso en sí mismo es algo revolucionario porque, hasta hace pocos años, la obesidad se consideraba una opción de estilo de vida, un problema de fuerza de voluntad o pereza o falta de deseo de estar saludable. Lo abordamos como una afección metabólica que afecta significativamente la calidad de vida, la salud y la longevidad de las personas. Evaluamos a cada persona como individuo y consideramos qué está afectando su peso y su salud, y luego brindamos opciones de tratamiento con base en sus circunstancias específicas.
Como médicos especializados en obesidad, debemos comprender cómo piensan las personas, qué las motiva, por qué toman las decisiones que toman y cómo eso afecta su salud y su vida. Por lo tanto, asesoramos mucho a los pacientes como parte de nuestro enfoque de tratamiento, a veces individualmente y a veces con nuestros psicólogos o dietistas.
Para mí, al trabajar en el MGH Weight Center, mi mayor alegría es cuando alguien logra su objetivo y puedo compartir la felicidad y el alivio que experimentan al superar algo con lo que han luchado durante mucho tiempo.
¿Cuál es el peso ideal?
Durante muchos años, los médicos determinaron el peso ideal de sus pacientes al observar lo que se conoce como gráfico de "índice de masa corporal", que calculaba cuál debería ser el peso de una persona en función de su altura, con un IMC inferior a 25 como objetivo. Pero el IMC nunca debió utilizarse en la atención médica individual: los datos se desarrollaron originalmente para determinar cuánto cobrar a las personas por un seguro de vida. Y el índice se basó en una población mayoritariamente masculina de ascendencia europea, lo que significa que no se adapta a todos.
Hoy en día aún analizamos el IMC, pero también hacemos una evaluación más profunda. Observamos la presión arterial, la circunferencia de la cintura, los niveles de colesterol y los niveles de azúcar en la sangre, lo que se conoce como "factores de riesgo metabólicos". El diagnóstico de síndrome metabólico incluye tener tres o más de estos factores de riesgo, pero si tiene exceso de peso y solo un factor de riesgo, puede ver que el cuerpo avanza hacia una disfunción metabólica. Ese es el estado de respuestas anormales a las hormonas que afectan su salud, su peso y su supervivencia a largo plazo.
Actualmente vemos el peso ideal más como una imagen que como un número. Es una combinación de sus propios objetivos personales y las mediciones metabólicas que determinan cuán saludable se encuentra.
Raza, racismo y obesidad
Los afroamericanos registran algunas de las tasas más altas de obesidad en los EE. UU., y las inequidades estructurales son un gran factor condicionante.
La inequidad racial en la pobreza, el desempleo y la propiedad de vivienda está asociada con tasas de obesidad más altas. Puede ser difícil pasar tiempo al aire libre y hacer ejercicio en vecindarios que carecen de espacios verdes, como los creados a través de la práctica racista de larga data de la segregación. Hay tasas más altas de inseguridad alimentaria (falta de acceso constante a suficientes alimentos para llevar una vida activa y saludable) en los hogares afroamericanos e hispanos de bajos ingresos. A las personas que trabajan muchas horas o tienen varios empleos les puede resultar difícil encontrar tiempo para planificar, comprar y cocinar comidas saludables, y los afroamericanos, en particular las mujeres, trabajan en varios empleos en una proporción más alta que la tasa promedio. Si tiene varios trabajos, es probable que experimente falta de sueño, lo que también aumenta el hambre: ansía consumir azúcar, café o refrigerios para tener energía.
El estrés social también influye en la obesidad, y los afroamericanos se ven afectados por el estrés crónico debido al racismo cultural y estructural, además de las tasas desproporcionadamente altas de pobreza.
Cuando las personas están bajo un nivel significativo de estrés, el organismo libera la hormona cortisol. Y cuando los niveles de cortisol aumentan, las células de nuestro cuerpo pueden desarrollar resistencia a la insulina, lo que aumenta el azúcar en sangre, incrementa el peso y puede hacer que tengamos diabetes tipo 2. El cortisol puede provocar que la grasa se deposite alrededor del abdomen, lo que a su vez libera más cortisol y genera un círculo vicioso. Puede aumentar la grasa "visceral" alrededor de los órganos principales, lo que puede provocar inflamación y presión arterial alta.
Es importante que los especialistas en obesidad hablen sobre el estrés. Les pregunto a mis pacientes: "¿Qué hace cuando se siente abrumado? ¿Cómo alivia ese estrés?". Si comen en exceso o consumen grandes cantidades de alcohol, exploramos opciones alternativas, como dar un paseo, empezar un nuevo pasatiempo, escribir un diario, meditar o hacer yoga. ¿Hay personas en su vida que puedan ayudarles a participar en actividades que sean positivas para su salud y que puedan ayudarles a aliviar el estrés? Ese es el punto de partida.
Control del peso saludable
Es importante tomarse un tiempo para pensar en su motivación cuando está tratando de perder peso. ¿Lo hace por su familia? ¿Lo hace por sus amigos? ¿Por sus hijos? ¿Porque le duelen las rodillas? ¿Le duele la espalda? ¿Qué lo está motivando a hacerlo? Recordar lo que lo impulsa le ayudará a seguir adelante cuando deba enfrentar desafíos.
También es importante que tenga expectativas realistas. Al tratar la obesidad, nuestro objetivo es ver una reducción del peso corporal del 5% en las primeras 12 semanas de modificación de la dieta o implementación de los medicamentos. Si pesa 200 libras, es alrededor de 10 libras en 3 meses, menos de una libra por semana. Al llegar a ese 5%, comienza a registrar importantes reducciones en sus factores de riesgo y una mejora en su salud.
Alentamos a las personas a hacer ejercicio, pero no lo consideramos una herramienta para la pérdida de peso porque, en general, no ayuda a perder peso. No obstante, es muy importante para ayudar a mantener el peso luego de haberlo perdido. Los estudios han demostrado que las personas que logran mantener su peso exitosamente se ejercitan una hora al día o más. El ejercicio mejora su metabolismo y le ayuda a desarrollar músculo, el cual pesa más pero también quema más calorías en reposo. Además, el ejercicio mejora el estado de ánimo, aumenta la inmunidad y ayuda a dormir mejor.
No recomendamos suplementos dietarios de venta libre del tipo que se anuncia en TV o redes sociales. La mayoría de ellos no se basa en la evidencia y cualquier beneficio que pueda obtener de ellos probablemente sea un efecto placebo o un efecto de lo que está haciendo además de tomarlos. Así que, si los está tomando y además incrementa su ingesta de frutas y verduras y elimina los azúcares agregados, probablemente sea eso lo que le está ayudando a progresar, no esos costosos suplementos exóticos que vio en Instagram.
Si está perdiendo peso rápidamente, cinco libras en dos semanas como prometen muchas dietas de moda, entonces una cantidad significativa de esa pérdida probablemente sea agua o músculo, por lo que está deshidratado y ahora está quemando incluso menos calorías que al principio. Tenga cuidado con esas dietas.
Trabajar en conjunto
Nosotros podemos ayudar a combatir la epidemia de obesidad de los Estados Unidos.
Los urbanistas pueden aumentar la accesibilidad para los peatones de nuestros vecindarios para que podamos sentirnos libres de caminar y jugar. Poder disfrutar de forma segura de la actividad física al aire libre debe ser un derecho, no un privilegio.
Como comunidad y como sociedad, podemos abordar el racismo estructural y el racismo interpersonal, los cuales generan muchísima inequidades en la salud, incluida la obesidad.
Podemos reconocer a la obesidad como una enfermedad del metabolismo en lugar de una enfermedad de elección o estilo de vida.
Los médicos de atención primaria pueden informarse más sobre el tratamiento de pacientes con obesidad. La Obesity Medicine Association, The Obesity Society y la Obesity Action Coalition tienen muchísimos recursos a disposición.
Si sufre obesidad, recuerde: es una enfermedad y no es su culpa. Sepa que puede recibir ayuda. Puede dar el primer paso al contactarse con su médico de atención primaria para hablar sobre sus opciones.
No pierda la esperanza y no permita que la enfermedad lo defina ni limite.
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FOTOS DE LA Dra. CHIKA ANEKWE Y LA Dra. ASANTE POR FAITH NINIVAGGI