15 de agosto de 2019
Cuidar a los cuidadores
Cada día, una mamá de Massachusetts llamada Lauri lleva a su hija de 26 años llamada Ashley, quien tiene discapacidades intelectuales y diversas necesidades médicas complejas, a consultas médicas, la hace cumplir su cronograma de medicamentos, le compra su café de Dunkin Donuts a las 2 p. m. y atiende sus necesidades, una máquina bien aceitada de amor y cuidados.
Pero esa máquina estuvo en peligro de romperse en diciembre, cuando una farmacia llamó a Lauri para decirle que se había denegado la cobertura de uno de los medicamentos de su hija.
El plan de salud de Ashley suele cubrir ese medicamento.
"Ashley enfrenta múltiples desafíos y el seguro de salud es muy importante", dijo Lauri. "Sería un mundo totalmente diferente para ella si perdiera la cobertura de Blue Cross".
Así que Lauri tomó el teléfono, llamó al equipo de Servicios para Miembros de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts un viernes por la noche y se conectó con Staci Deane (en la foto de arriba). Mientras Lauri explicaba con calma que se le había denegado un medicamento importante para su hija discapacitada, se preparó para una conversación difícil, pero dijo que Deane la sorprendió.
"Staci dijo, 'No hay problema, nosotros le cuidaremos' y yo estallé en lágrimas", dijo Lauri. "¿Cuándo fue la última vez que una compañía de seguros llamó para decirle: 'Nosotros le cuidaremos'?"
"Staci se dio cuenta de que estoy intentando manejar 100 cosas. Me pareció increíble que tuviera tanta compasión", en especial, porque Lauri ni siquiera le había explicado todo el espectro de necesidades de su hija.
Tras decirle a Lauri que investigaría su problema y le devolvería la llamada, Deane comenzó de inmediato a trabajar conjuntamente con un equipo de personas de la compañía para resolver el problema de Lauri fuera del horario regular. Deane trabajó con el equipo para corregir un error en la inscripción de Ashley y luego llamó a la farmacia para permitir que Lauri obtuviera esa misma noche el medicamento de su hija por unos días, de modo que tuviera suficiente hasta que el estado actualizado de su inscripción entrara en vigencia a primera hora del lunes.
Cuando Deane llamó a Lauri para ponerla al tanto, a la madre de Ashley la invadió la gratitud.
"He tenido que defender todos los aspectos de la vida de Ashley... para que la incluyeran, para que no la acosaran, para poder pasar la noche cuando ella estaba en la UCIP. No hay un día en que no la haya defendido. Pero ese día, Staci cuidó de mí. Su propósito era tranquilizarme antes de que terminara el día".
Lauri no tenía idea de lo bien que Deane entendía su situación.
"Le conté a Lauri que había trabajado en un hogar grupal para personas con discapacidades", dijo Deane, pero lo que no le había contado era que había pasado 15 años allí antes de pasarse a Blue Cross menos de un año atrás. Tampoco le había contado que, siete años atrás, había invitado a una joven tetrapléjica a vivir con ella y su familia, y que la joven ha vivido con ellos desde entonces.
"He estado en esa situación", dijo Deane. "Sé de primera mano lo que es tener que defender a alguien más y sé lo exigente que puede ser ese rol, a nivel físico, emocional y mental. Me hace sentir bien saber que pude aliviar la carga de Lauri por un rato".
"Sé que mi hija es importante para mí, pero sentí que también lo era para ella", dijo Lauri. "Estoy increíblemente agradecida. Staci no tenía idea de lo que hizo por mi corazón aquel día".
FOTO POR MICHAEL GRIMMETT