8 de mayo de 2023
Respirar mejor
Durante su infancia, el asma fue una realidad para Francine Winslow-Ramos.
"Cuando jugaba al baloncesto en la escuela secundaria, era la que corría por toda la cancha con mi inhalador metido en uno de los calcetines", dijo la residente de 46 años de Townsend, Mass., que sufrió de asma inducida por el ejercicio durante su niñez y adolescencia.
A medida que fue creciendo, Winslow-Ramos notó que el asma no la afectaba... hasta que se mudó a una nueva casa hace dos años y medio y se sobrecargó.
"Me enfermé en un mes. No podía respirar ni subir escaleras. Tras un millón de pruebas y visitas al médico, mi neumonólogo me dijo que era asma. Ella no podía creerlo. "Dije que yo había crecido con asma y este era un tipo de asma que me dejaría en cama".
Después de una larga recuperación y cuando se determinó cuál era el medicamento que necesitaba para controlar el asma, un año más tarde llegó el COVID y "no llevaba conmigo mi inhalador de mantenimiento como debería haber hecho", dijo.
Winslow-Ramos aprendió que tomar su medicamento correctamente a diario era importante para evitar problemas mayores en el futuro.
"Aprendí que si quiere tener algo parecido a una vida, tiene que tomar sus medicamentos como se supone que debe".
"Una enfermedad compleja"
Winslow-Ramos no es la única que experimenta dificultades para controlar el asma. La afección, que aqueja a 25 millones de estadounidenses, es una "enfermedad compleja" que, a menudo, se controla al tomar medicamentos a diario, de modo similar a otras afecciones crónicas, como la diabetes y la presión arterial alta, explicó Angela Burnham, farmacéutica de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts.
A menudo, a los pacientes se les dan un medicamento de control para tomar a diario y así controlar la afección, y un medicamento de rescate para tomar cuando experimenten síntomas agudos, como silibancia, tos y dificultad para respirar.
"No se obtiene un alivio inmediato a través de un medicamento de control, pero sí ataca la causa del asma, mientras que los inhaladores de rescate brindan alivio inmediato, pero no tratan la afección subyacente", dice Burnham.
Si toma su medicamento de control según las indicaciones y es el adecuado para usted, no debería necesitar su medicamento de rescate con mucha frecuencia.
Sin embargo, muchas personas omiten el medicamento de control por completo debido a diversos motivos (o no lo toman correctamente, lo que lo vuelve ineficaz) y dependen solo del medicamento de rescate cuando sufren un ataque de asma.
Esto puede provocar problemas graves (y, en ocasiones, con riesgo de vida) en el futuro.
El Dr. Ashley Yeats, exmédico del Departamento de Emergencias y vicepresidente de Operaciones Médicas de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts, recuerda tratar a pacientes con asma que estaban tan enfermos que tuvieron que ser entubados y conectados a un respirador.
"Probablemente, la gente confía con demasiada frecuencia en su inhalador de rescate. Lo peligroso es que está tratando el síntoma, no el problema y, mientras tanto, es posible que la causa subyacente siga empeorando", dice. "No tomar el medicamento de control para manejar el problema subyacente puede dañar silenciosamente los pulmones y provocar enfermedades pulmonares crónicas, similares a las que vemos en fumadores de larga data, las cuales no son reversibles".
Sumarle el COVID-19 o incluso la gripe de temporada, "puede estresar aun más sus pulmones y dejarlo en una situación desesperada", dice Yeats.
La educación y la comunicación son clave
La educación y la comunicación acerca del asma son clave para evitar problemas de salud graves a largo plazo, dice Yeats. "Los pacientes diagnosticados con asma deberían trabajar con su médico clínico para crear un plan de acción para tratarla y controlarla".
Burnham alienta a los pacientes a "pasar tiempo con su farmacéutico minorista o proveedor de atención primaria para educarse acerca de cuándo y cómo utilizar sus diferentes medicamentos. Hay diferentes tipos de inhaladores cuyo uso requiere distintas habilidades", dijo. "También se necesita educación al respecto".
Esa educación (como guías para ayudar a los pacientes y sus padres) puede resultar beneficiosa para aquellos recientemente diagnosticados con asma, así como para quienes han sufrido la afección durante varios años, pero quizás quieran un repaso de su tratamiento para asegurarse de que sea el apropiado.
Burnham señala que encontrar la medicación de control y la dosis adecuadas puede llevar algo de tiempo. "Esto requiere una buena comunicación entre el paciente y el proveedor, ya que no siempre se da en el clavo al primer intento. Es crucial que los pacientes trabajen con su proveedor y farmacéutico para asegurarse de que su terapia sea la correcta para poder mantener su asma bajo control".
Winslow-Ramos concuerda. Aprendió que debe tomar su medicamento de control (y tomarlo correctamente) todos los días para mantener su asma a raya.
"Este año mi asma está bien porque volví a tomar mi medicamento como corresponde", dijo. "Cuando no puede respirar o siente que está respirando a través de un sorbete estrecho, se siente totalmente impotente... esa es una de las sensaciones más aterradoras".
Ser capaz de controlar mi asma es algo poderoso. Siento que puedo recuperar un poco el control sobre mi vida.
¿Le resultó informativa esta columna?
Todo el contenido de Coverage se puede reimprimir gratis.
Lea más aquí.
FOTOS DE FRANCINE WINSLOW-RAMOS POR FAITH NINIVAGGI