24 de agosto de 2022
Cuidar la salud mental durante la temporada de regreso a clases
El regreso a clases siempre ha sido un momento lleno de emoción para los niños. A medida que el verano va desapareciendo para darle lugar al otoño, los niños esperan ansiosos las visitas a las tiendas en busca de ropa nueva y la última mochila o lonchera, además de la anticipación de estar nuevamente en contacto con los amigos del aula.
Pero también puede ser un momento de ansiedad. Las preocupaciones por ir a una escuela nueva o descubrir un aula nueva y si la maestra y los compañeros nuevos "me gustarán" también pueden revestir cierta inquietud en los pequeños.
Más de dos años de pandemia del COVID-19 han agregado otra capa preocupante de incertidumbres para los niños y sus padres. Los jóvenes tal vez se pregunten si su aprendizaje se verá interrumpido por brotes esporádicos, si tienen que usar mascarillas y si se contagiarán.
Los niños han perdido más que una oportunidad de tener una experiencia educativa tradicional desde que comenzó la pandemia, observó la Dra. Tracy Mullare, psiquiatra infantil de Blue Cross Blue Shield of Massachusetts. Su desarrollo puede haberse interrumpido.
"Dos años es mucho tiempo en la sociabilización de los niños; obviamente tienen menos experiencia de vida que los adultos en la que apoyarse y sus habilidades sociales aún no están completamente desarrolladas".
Con empatía y paciencia, los padres pueden ayudar a los niños a recuperar el desarrollo social perdido, como también a sobrellevar la ansiedad y evitar un comportamiento negativo. A continuación se comparten consejos de Mullare.
Señales de ansiedad y cómo ayudar
Identificar la ansiedad y depresión a tiempo y dar amor, apoyo y cuidado de la salud mental, si es necesario, es clave.
- Es posible que los niños que se aíslan de sus familiares, de sus amigos y de las actividades que normalmente disfrutan estén experimentando sentimientos negativos.
- Los niños más pequeños que tienen accidentes después de haber sido correctamente entrenados para ir al baño pueden estar en problemas.
- Y los niños que llaman la atención o se lastiman a sí mismos o a otros necesitan intervención.
Si bien los padres nunca deberían dudar de ponerse en contacto con el pediatra si tienen preguntas o inquietudes sobre el comportamiento de su hijo, la primera medida para problemas de comportamiento leves es que los padres tengan una conversación con el pequeño.
Como padres tenemos que crear un espacio para nuestros hijos se expresen, hagan preguntas y compartan sus preocupaciones
aconseja Mullare.
Advierte sobre los padres que intentan "solucionar" problemas: "Después de todo, no pudimos "solucionar" la pandemia". Los niños entienden que mamá y papá quizás no tengan todas las respuestas, pero podemos compartir con ellos nuestras experiencias de vida, nuestra perspectiva y sugerencias que ayudarán a guiarlos hacia la elección correcta.
Tómese el tiempo para procesar y escuchar
El momento del regreso a clases a menudo revela una oportunidad perfecta para interactuar con los niños, medir su nivel de ansiedad e iniciar una conversación ya que que las escuelas tienden a enviar información sobre el nuevo año a finales del verano.
Los padres deberían tomarse algo de tiempo para procesar la información para luego compartirla con sus hijos, e ir haciendo preguntas para determinar cómo se sienten los niños.
"La conversación podría empezar con algo como: 'las cosas están cambiando de nuevo en la escuela, veámoslo juntos'", comentó Mullare, madre de un pequeño en edad escolar.
Mullare dice que la clave está en la colaboración. El instinto de proteger a nuestros niños, de darles soluciones, de "luchar sus batallas" es casi primitivo para los padres. Ayudarles a aprender cómo enfrentar los desafíos de la vida a través del diálogo los prepara mejor para sobrellevar la situación actual, esas que pueden surgir mañana, en semanas y meses por delante, y les sirve para la adultez.
Está bien sentirse vulnerable
Ese instinto de proteger a nuestros hijos de experiencias y sentimientos negativos a menudo conduce a los padres a ocultar sus propias vulnerabilidades, lo cual puede ser un error.
"Si les estamos pidiendo a nuestros hijos que sean abiertos y honestos cuando se trata de compartir sus emociones, nosotros tenemos que ser honestos y abiertos con nosotros mismos", instó Mullare. "Los padres podemos moldear el comportamiento que queremos ver en nuestros hijos, ellos necesitan vernos sortear nuestros problemas. Está más que bien expresar nuestras preocupaciones de una manera acorde a la edad, estar preocupados, ser honestos con nuestros hijos y para que ellos puedan vernos sobrellevar esos sentimientos al pasar tiempo con un compañero o amigo y descubrir una manera de seguir adelante".
Eso incluye modelar mecanismos de afrontamiento que puedan ayudar a cualquier persona, ya sea un niño o un adulto, cuando el mundo está atravesando una situación abrumadora, como tomar un descanso y pasar algo de tiempo haciendo algo relajante, como leer, hacer artesanías, hablar con un amigo o familiar.
"Tomarse tiempo para cuidar de sí mismo está bien, y es importante para su hijo verlo hacer eso", dijo Mullare. Aliente a su hijo a colorear, llamar a un abuelo o simplemente correr afuera cuando se sienta triste o ansioso.
"El cambio puede ser un desafío para la mayoría de nosotros, pero nuestros hijos aún están desarrollando las habilidades y experiencias que nos ayuden a sobrellevar las transiciones", dijo Mullare. "Si trabajan juntos, al compartir abiertamente sus sentimientos, los padres y los hijos pueden encontrar un camino a seguir".
5 consejos para padres para apoyar la
salud mental de sus hijos
- Modele el comportamiento que quiere ver en su hijo
- Entable y fomente la conversación honesta sobre los sentimientos
- No lo solucione; ayude a su hijo a encontrar la respuesta
- Preste atención al retraimiento; alejarse de amigos, familiares y actividades favoritas puede ser una señal de advertencia
- Pida ayuda a los maestros de su hijo, al pediatra y a expertos en salud mental
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