3 de septiembre de 2020
Defendiendo la salud entre las llamas
Los bomberos saben que su trabajo es peligroso y es posible que arriesguen su vida cada vez que inician su turno. Pero cuando llegó la pandemia del COVID-19, por primera vez muchos de los más valientes de Massachusetts comenzaron a preocuparse por la salud, la seguridad y la vida de sus seres queridos.
"A nuestros miembros les horrorizaba pensar que podían llevar la enfermedad a su hogar y contagiar a su familia", dijo Rich MacKinnon, Jr., presidente de Professional Fire Fighters of Massachusetts. "Cuando asumimos este trabajo, ya sea como bombero, TEM o paramédico, sabemos que podemos terminar en una situación peligrosa, lo aceptamos. Esta es la primera vez que vemos que el efecto físico del trabajo tiene un impacto en nuestros familiares".
Como trabajadores esenciales, los miembros de MacKinnon nunca dejaron de trabajar. Pero cuando la pandemia golpeó de lleno a Massachusetts en marzo y abril, el sindicato se vio obligado a intentar satisfacer las necesidades de los miembros que, desde el principio, sabían que iban a estar mucho más expuestos al virus que el público en general.
Hasta la fecha, se han documentado 3,701 exposiciones relacionadas con el trabajo de los miembros del sindicato de bomberos. Entre las pruebas que se realizaron en más de 2,300 miembros, se detectaron 257 casos confirmados, con un índice de contagio del 11 %.
Del 23 de marzo al 25 de mayo, efectivamente el pico de la pandemia en el estado, la media semanal de exposiciones al COVID-19 y casos entre los miembros del sindicato tuvo un aumento promedio del 200 %, dijo MacKinnon.
Si bien las cifras a nivel estatal han mejorado drásticamente desde la primavera, MacKinnon dijo que sigue recalcándoles a los miembros que no pueden flaquear en su intento por mantenerse seguros durante la pandemia.
No podemos ser complacientes. Mientras respondemos, este virus sigue muy vivo y propagándose en las comunidades.
- dijo.
"Estamos viendo que las cifras están bajando, pero la gente nos llama en su peor momento y, al acudir, estaremos más expuestos que el público general debido a nuestro trabajo".
Durante el repunte en primavera, la prioridad número uno fue la obtención de suficientes equipos de protección personal para los miembros. El uso de mascarillas en el empleo se convirtió en un procedimiento operativo estándar. Mantener los niveles apropiados de EPP en los cuarteles de todo el estado aún es lo más importante para MacKinnon, con la posibilidad inminente de una segunda ola a fines de otoño o invierno.
"Las pruebas siguen siendo primordiales para nosotros, con un fácil acceso y resultados rápidos para nuestros miembros", añadió. "Si hay posibilidades de que un miembro lo tenga, es enviado a casa y el cuartel también podría cerrar hasta que lleguen los resultados".
MacKinnon mencionó el ejemplo reciente de un bombero que fue enviado a casa a mitad de su turno porque tenía temperatura alta y dolores corporales. Todo el grupo fue puesto en cuarentena hasta que recibió los resultados negativos de su prueba.
Los bomberos han tenido que adaptarse a numerosos cambios durante la pandemia. En comunidades más grandes, donde los bomberos solían trasladarse de un cuartel a otro según la dotación de personal necesaria, ahora solo trabajan en el cuartel que se les haya asignado a fin de limitar su exposición. La limpieza del cuartel, que los bomberos llaman "trabajo doméstico", ahora ha adquirido un nuevo significado, con la implementación de medidas de desinfección más rigurosas.
El programa de asistencia a los miembros del sindicato, destinado a fomentar el bienestar emocional y mental de los bomberos, ahora funciona en gran medida a través de la telesalud. MacKinnon afirmó que esto se ha convertido en algo positivo, ya que ha ayudado a aplacar las inquietudes acerca de la privacidad.
"Algunas de estas medidas, ya sea el uso de Zoom o de la telesalud, puede alentar a un miembro a buscar ayuda porque puede hacerlo desde su casa, no hay nadie más alrededor y quizás así se sienta más cómodo", dijo.
Así como la pandemia no ha terminado, el trabajo del sindicato para proteger a los miembros también continuará durante el otoño. Y eso concuerda con el legado del movimiento obrero, reflexionó MacKinnon.
Nadie nos dio nada. Los líderes que nos antecedieron en el movimiento obrero trabajaron por nuestra salud y seguridad, y nosotros seguimos trabajando por lo mismo hoy en día.
- dijo MacKinnon.
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FOTO DE RICH MACKINNON JR. POR FAITH NINIVAGGI